Ethereum, la segunda criptomoneda más grande, finalmente se ha movido a un sistema de 'prueba de participación'. Esto significa que las emisiones de carbono asociadas con la extracción de sus monedas podrían reducirse en un 99 %.
Si bien los ecologistas están firmemente en contra de las criptomonedas en este momento, Ethereum ha demostrado que la industria puede deshacerse de su vínculo problemático con los combustibles fósiles.
La segunda criptomoneda más grande del mundo acaba de completar una actualización de software que llama 'la fusión'. Esto alterará drásticamente los procesos que generan tokens de Ethereum en blockchain, y el mayor beneficiario será el planeta.
Hasta esta semana, Ethereum había estado empleando lo que se conoce como un sistema de "prueba de trabajo". Esto utiliza pilas de supercomputadoras para certificar transacciones a lo largo de un libro mayor continuo sin la participación de un tercero. Es increíblemente eficiente, pero ecológicamente abominable.
El procesamiento autónomo de datos requiere tanta energía para funcionar, que las plantas de carbón moribundas han sido revivido puramente para mantener estos imperios descentralizados funcionando normalmente. En el contexto de un solo año, Ethereum previamente quemaría tanto poder como todo el país de Libia.
Sin embargo, después de 'la fusión', la compañía ahora ha cambiado para ejecutarse exclusivamente en un proceso de 'prueba de participación'. En lugar de utilizar algoritmos autónomos para crear bloques en su libro mayor, utiliza validadores físicos como un tercero para crear participaciones de capital, como un depósito.