Australia pronto probará las drogas psicodélicas como tratamiento para las enfermedades mentales, mientras que California busca despenalizarlas por completo. Se espera que el mercado crezca rápidamente.
En la actualidad, la sociedad está experimentando una aguda crisis de salud mental, agravada por una pandemia que ha intensificado dramáticamente los sentimientos de soledad, incertidumbre y dolor.
En los EE. UU., Ha habido un aumento del 20% en el número de recetas de antidepresivos y en el Reino Unido, donde se estima que los toman siete millones de adultos, la demanda amenaza con superar la oferta.
Con la mercado global de antidepresivos estallando en las costuras y no hay suficientes sistemas de soporte en su lugar para guiar a los pacientes en la dirección correcta, nunca antes ha habido un momento más crucial para introducir psicodélicos en la medicina convencional.
Afortunadamente, estamos en medio de un renacimiento científico en el que la investigación de la terapia psicodélica disfruta de una nueva libertad con el datos apoyando esto tan positivo que, según GlobalNewsWire, se proyecta que el mercado internacional alcance $ 10.75 mil millones para 2027.
Demostrando rápidamente ser un tratamiento revolucionario, capaz de transformar la salud mental para siempre, realmente está empezando a parecer que estamos al borde de un cambio serio.
Para empezar, el gobierno de Australia está gastando mucho dinero: $ 15 millones Para ser exactos, en ensayos clínicos para averiguar si la psilocibina (el compuesto psicodélico producido por los hongos), la MDMA y la ketamina pueden usarse como tratamientos para enfermedades mentales debilitantes.
El Oportunidad de subvención de terapias innovadoras para enfermedades mentales anunciado el miércoles tiene como objetivo reprogramar las drogas de sustancias prohibidas a medicamentos controlados mediante el refuerzo de la investigación sobre la terapia asistida por psicodélicos.
Se espera que las sustancias que de otro modo serían ilícitas, cuando se ingieren en entornos controlados y en presencia de un profesional, puedan ayudar a combatir enfermedades resistentes como el trastorno de estrés postraumático, la depresión, la adicción y los trastornos alimentarios.
"Esto impulsará la investigación local sobre terapias que pueden salvar vidas y ofrecerá esperanza a todos aquellos que padecen enfermedades mentales", dice Greg Hunt, Ministro de Salud de Australia. "Tenemos evidencia de que está funcionando, y no sabemos cómo, así que vamos a tomar la iniciativa en realizar ensayos adecuados a escala con algo que puede cambiar la forma en que se tratan las enfermedades mentales con medicamentos".
Los investigadores dicen que esta financiación representa una oportunidad para que Australia desarrolle tratamientos revolucionarios que no solo serán más efectivos para curar algunas enfermedades mentales, sino que no harán que los pacientes dependan demasiado de la medicación.