Un 'estudio extremadamente preocupante' detectó contaminación microplástica en la sangre humana por primera vez, y los científicos advirtieron que aún se desconocen las consecuencias a largo plazo.
Justo cuando pensabas que nuestro problema de contaminación plástica no podía empeorar, un estudio reciente detectó por primera vez pequeñas partículas de este material en la sangre humana.
Si bien aún no conocemos las implicaciones para la salud a largo plazo de este hallazgo, los científicos han considerado que su presencia en el 80 % de los participantes (se analizaron muestras de 22 donantes anónimos) es un asunto de "extrema preocupación".
Particularmente considerando que este problema ya está resultando en la muerte de entre 400,000 y un millón de personas de comunidades de bajos ingresos que viven cerca de los vertederos anualmente.
Los microplásticos son pequeñas piezas de plástico, imperceptibles para el ojo humano y de menos de 5 mm (0.2 pulgadas) de longitud, que han causado furor entre los ambientalistas dado que se han descubierto rastros del material casi en todas partes en la tierra.
Esto se debe a que, cada año, se vierten en la tierra 30 millones de toneladas métricas de plástico (que tardan más de 1000 años en degradarse), se queman casi 50 millones de toneladas métricas y otros 11 millones terminan en el océano.
Para 2040, estas cifras podrían ser de 77 millones, 133 millones y 29 millones respectivamente.
Aunque inquietantemente, no debería sorprender tanto que tantos de nosotros hayamos estado inhalando fragmentos de artículos cotidianos a diario y que parte de este residuo haya llegado a nuestro torrente sanguíneo.
Según el informe, el plástico detectado con mayor frecuencia fue el PET, que se usa en botellas, seguido del poliestireno, que se usa para envasar alimentos y otros productos, y luego el polietileno, con el que se fabrican las bolsas de compras.