Un nuevo contenedor de basura flotante llamado 'Seabin' podría ayudar a evitar que los desechos marinos y portuarios ingresen a nuestros océanos, haciendo que todo el proceso sea más asequible.
¿Podrían los botes de basura flotantes convertirse en el futuro de la limpieza de los océanos?
Una nueva empresa australiana llamada 'Proyecto Seabin' ciertamente lo espera. Fundada en 2015 por el surfista y ambientalista Pete Ceglinski, esta pequeña empresa ha creado una solución asequible de gestión de desperdicios llamada 'Seabin' que puede ayudar a clasificar los 2 millones de kilos de plástico que se vierten en nuestras vías fluviales. Todos los días.
Ceglinski también está ejecutando un Programa de embajadores globales junto con el Seabin que está diseñado para crear conciencia sobre el daño de la contaminación plástica en las escuelas, con el objetivo a largo plazo de reeducar al público y reducir la necesidad de limpiar los océanos por completo. Sin embargo, este nuevo e ingenioso proyecto servirá por ahora y debería ayudar a recolectar una cantidad significativa de botellas de plástico, bolsas y colillas de cigarrillos de áreas con alta actividad humana.
¿Cómo funciona el Seabin?
Estéticamente, no muy diferente a un contenedor normal, el Seabin se coloca bajo el agua donde solo se ve el borde. A medida que el agua es succionada por su interior, los desechos quedan atrapados en una red de malla y el agua recién limpiada se libera por el fondo.
Equipado con una bomba submarina capaz de filtrar 25,000 litros de agua cada hora y 4.3 millones de litros al año, el Seabin no es solo atrapar escombros grandes dentro de un radio de 15 pies.
Los ensayos han demostrado que los microplásticos, las fibras, el aceite y el combustible también terminan en la bolsa de captura interna si flotan en la superficie cuando se engullen. La unidad real en sí no parece particularmente grande considerando las altas cifras de desechos mencionadas anteriormente, pero tiene la capacidad de contener hasta 1.5 kg de desechos plásticos y contaminantes del mar al día.
Llegando al máximo después de desviar alrededor de 12 kg por despliegue, también tiene el potencial de evitar que el equivalente a 20,000 botellas u 80,000 bolsas se arrojen al océano y dañen la vida marina. Yo diría que es un buen comienzo, Pete.