La investigación de la marca ha revelado que nueve de cada diez niños están expuestos a contenido de belleza tóxico en las redes sociales, lo que está teniendo un impacto "desgarrador" en su bienestar mental y físico.
Reconocido por defender la autoestima, Dove acaba de presentar un informe titulado 'El costo real de los ideales de belleza' que examina el impacto de nuestro mundo obsesionado con la imagen en el bienestar mental y físico de los jóvenes.
Al investigar tanto la insatisfacción corporal como la discriminación basada en la apariencia, descubrió que las redes sociales tenían la culpa en gran medida de exacerbar estos dos problemas entre niños y adolescentes.
Según la la investigación, que se llevó a cabo en colaboración con A RAYAS (Iniciativa de Capacitación Estratégica para la Prevención de los Trastornos de la Alimentación), nueve de cada diez jóvenes están expuestos a contenido de belleza tóxico en línea, por lo que es uno en dos cuya salud mental se ve afectada como resultado.
No solo esto, sino que en el Reino Unido, más jóvenes que nunca han estado recibiendo tratamiento por trastornos alimentarios, unos 10,000 niños y adolescentes entre Abril y diciembre 2021 con récord de demanda de servicios (aumento de casi dos tercios desde antes de la pandemia) según lo descubierto por el NHS.
"Durante la última década, a medida que se dispararon las redes sociales, hemos sido testigos de una crisis de salud mental juvenil: aumento de las tasas de suicidio, hospitalizaciones por autolesiones y depresión entre niños y adolescentes", explica sonia graham, Director general de Plan de acción global, una ONG que se asoció con Dove para trabajar en la creación de una experiencia digital mucho más segura para los niños.
'El cambio real requiere la acción de quienes tienen el poder de hacer que las redes sociales sean más seguras por diseño. Estamos orgullosos de asociarnos con Dove para avanzar en esta misión y garantizar que las redes sociales sean un lugar más seguro para niños y jóvenes”.