La tecnología de punta podría aprovechar la fuerza fundamental del universo para ayudar a nuestra transición hacia la energía verde.
La generación de energía verde depende en gran medida de las fuerzas terrestres. Cuando el sol brilla, o el viento sopla y las olas se mueven, estamos bien.
Sin embargo, cuando los cielos se oscurecen y las condiciones se calman, nuestras líneas de suministro de energía sostenible disminuyen y eso es un problema.
En marcado contraste con nuestras ambiciones de neutralidad de carbono, complementamos estos períodos de bajo rendimiento con aumentando la quema de combustibles fósiles.
Me viene a la mente la frase 'un paso adelante, dos pasos atrás'.
La tecnología del clima apunta a baterías de iones de litio y hidrógeno como dos de las vías más prometedoras para lograr un futuro neto cero, pero los ingenieros también están buscando formas de almacenar energía verde de fuentes renovables de manera efectiva, para que no se genere y use de manera intermitente en ese momento.
Hoy #EstadoClima El informe es una lúgubre letanía del fracaso de la humanidad para abordar la perturbación climática.
Debemos poner fin a la contaminación por combustibles fósiles y acelerar la transición a la energía renovable, antes de que incineremos nuestro único hogar. https://t.co/QidauIgGKs
- António Guterres (@antonioguterres) 18 de mayo de 2022
Esencialmente, necesitamos encontrar formas de retener la energía limpia cuando hay abundancia para que pueda liberarse en incrementos a la red durante los períodos más tranquilos.
Esto ha sido durante mucho tiempo una pesadilla para los innovadores en la industria, pero finalmente algunas buenas ideas están comenzando a mostrarse prometedoras. La última, que suena un poco chiflada en teoría pero relativamente simple en la práctica, implica aprovechar la fuerza ilimitada que nos rodea a todos: la gravedad.