Llamada DART, la nave espacial no tiene otro propósito que estrellarse y redirigir un asteroide a 6.8 millones de millas en el espacio. Es la primera misión de defensa planetaria de este tipo.
Teniendo en cuenta que existimos en una roca flotante en el abismo caótico e interminable del universo, el plan de la NASA de practicar disuadir a un asteroide de golpear nuestro planeta está justificado.
Aunque el objetivo de DART no es una amenaza para la Tierra en la actualidad, hay al menos un millón de asteroides conocidos en nuestro sistema solar, y predecir cuándo podría entrar uno peligroso en nuestra esfera puede ser complicado.
Es por eso que, en las primeras horas de esta mañana, DART despegó de la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California y comenzó su misión de intentar arrojar un asteroide llamado Dimorphos fuera de su órbita.
La misión, que le costó a la industria espacial 240 millones de libras esterlinas, es la primera de este tipo. Solo apunta a desviar el curso de Dimorphos por una fracción, pero si tiene éxito, hará que la NASA sea más sabia para proteger a la humanidad de experimentar un destino similar al de los dinosaurios.