IRL es una nueva aplicación que tiene como objetivo resolver la adicción a la tecnología uniendo a las personas en la vida real, pero ¿evitará que la Gen Z, conocedora de las redes sociales, sea la generación más solitaria?
Sé lo que estás pensando. Es 2019 y estamos más conectados que nunca, en contacto con personas cada segundo de cada día, siempre capaces de hablar con alguien con solo hacer clic en un botón. Entonces, ¿cómo es posible que la Generación Z sea considerada la generación más solitaria de nuestro tiempo?
La verdad es que en realidad nos sentimos más aislados que nunca. No importa que Facebook, Instagram, WhatsApp, Twitter, lo que sea, sean partes integrales de nuestra vida diaria; Nuestro uso de las redes sociales no es saludable y está comenzando a tener un impacto en nuestro bienestar general.
Probablemente hayas escuchado que la soledad es un asesino silencioso, tan dañino para nuestro cuerpo como fumar un paquete de cigarrillos al día. Es bastante perjudicial para nuestra salud mental y física, así que deja de desplazarte por un segundo y piensa: ¿podrían las redes sociales ser la razón por la que te sientes tan desconectado de la realidad?
Estudios recientes han demostrado que a pesar del sentido de comunidad que tenemos en las plataformas que nos permiten conectarnos con las personas sin importar la distancia, existe un vínculo innegable entre el uso de teléfonos inteligentes y el suicidio, la depresión y la ansiedad entre los adolescentes.
Cerca del 50% de los jóvenes de 12 a 22 años encuestados el año pasado por la empresa global de servicios de salud Cigna, informó que a veces o siempre se sentían excluidos y se calificaron mejor en sentimientos asociados con la soledad. Por mi parte, no estoy tan sorprendido, teniendo en cuenta que aproximadamente uno de cada cinco millennials dice que no tiene amigos. En cuanto a las estadísticas, la Generación Z no se queda atrás.
Entonces, ¿qué se está haciendo para abordar este problema?
La correlación entre la comunicación digital y el aumento de los niveles de problemas de salud mental ciertamente se reconoce como algo que debe cambiar.
Por supuesto, para aquellos que han crecido rodeados de tecnología e Internet, es imposible imaginar un mundo sin ella. Y no estoy diciendo que sea algo intrínsecamente malo, pero creo que ya es hora de que intentemos encontrar un mayor equilibrio porque no se puede negar el efecto que el tiempo no regulado en las redes sociales está teniendo en la forma en que interactuamos con los demás.