Los químicos han convertido con éxito los desechos plásticos en una fuente limpia y reutilizable de hidrógeno. ¿Podría convertirse esto en una forma viable de revertir el daño causado por la contaminación plástica?
Un equipo de químicos de la Universidad de Oxford ha desarrollado una forma potencialmente revolucionaria de reutilizar los desechos plásticos de manera sostenible y rápida utilizando microondas.
Actualmente, los residuos plásticos diarios se llevan 1000 años degradarse naturalmente, pero el nuevo método del profesor Edwards, líder de la investigación, de convertir bolsas, botellas y envases generales en hidrógeno reutilizable puede proporcionar una forma viable de reducir lentamente la cantidad total que queda por descomponer en las vías fluviales y los vertederos.
Los desechos plásticos, en particular las bolsas de transporte, contienen una densidad de hidrógeno de alrededor del 14% y los científicos han sugerido anteriormente que es posible que podamos deshacernos de los desechos plásticos existentes al mismo tiempo que recolectamos hidrógeno producido de manera limpia. Esto, a su vez, podría ayudar a descarbonizar las industrias actualmente confiando en combustibles fósiles. Dos pájaros de un tiro.
Edwards y su equipo han dado crédito a esa perspectiva con un experimento reciente a pequeña escala. Tomando muestras de desechos plásticos que pesaban alrededor de 300 gramos y descomponiéndolas en una licuadora de cocina normal, mezclaron la solución en un catalizador de hierro y óxido de aluminio y calentaron el contenido en un generador de microondas a 1000 vatios.
El equipo esperaba que al calentar en el microondas la solución de catalizador, y no el plástico obstinado directamente, podrían extraer el hidrógeno oculto en el plástico sin usar una gran cantidad de energía para descomponerlo directamente, ya que el plástico no absorbe las microondas en sí, a diferencia del catalizador. Su corazonada era correcta.