Los científicos han creado un nuevo tipo de plástico hecho a partir de desechos orgánicos de plantas. Podría usarse para hacer empaques, textiles, medicinas e incluso productos electrónicos.
Vida en plástico, es fantástico… sí, eso no envejeció demasiado bien.
Reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y los plásticos creados a partir de ellos se ha identificado como una de las formas más efectivas e inmediatas de frenar el cambio climático. Pero deshacerse de ellos no será fácil.
Encontrar una alternativa que sea igualmente (si no más) duradera, rentable, fácil de procesar y versátil como el plástico tradicional es un desafío que ha requerido mucha experimentación durante la última década.
Las plantas oceánicas y las algas han sido presentar como una posible trampa para envoltorios de plástico y pajitas, pero sus propiedades solubles en agua los hacen incapaces de resistir la humedad durante largos períodos, dejándolos fuera de circulación como una solución permanente.
Gracias a un nuevo descubrimiento en un laboratorio con sede en Suiza, parece que hay esperanza en el horizonte. Los estudiantes han utilizado su conocimiento de la química para desarrollar un material a base de plantas que es lo suficientemente fuerte como para usarse como embalaje, textiles, medicina y electrónica.