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Una nueva técnica convierte la biomasa orgánica en plástico duradero

Los científicos han creado un nuevo tipo de plástico hecho a partir de desechos orgánicos de plantas. Podría usarse para hacer empaques, textiles, medicinas e incluso productos electrónicos.

Vida en plástico, es fantástico… sí, eso no envejeció demasiado bien.

Reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y los plásticos creados a partir de ellos se ha identificado como una de las formas más efectivas e inmediatas de frenar el cambio climático. Pero deshacerse de ellos no será fácil.

Encontrar una alternativa que sea igualmente (si no más) duradera, rentable, fácil de procesar y versátil como el plástico tradicional es un desafío que ha requerido mucha experimentación durante la última década.

Las plantas oceánicas y las algas han sido presentar como una posible trampa para envoltorios de plástico y pajitas, pero sus propiedades solubles en agua los hacen incapaces de resistir la humedad durante largos períodos, dejándolos fuera de circulación como una solución permanente.

Gracias a un nuevo descubrimiento en un laboratorio con sede en Suiza, parece que hay esperanza en el horizonte. Los estudiantes han utilizado su conocimiento de la química para desarrollar un material a base de plantas que es lo suficientemente fuerte como para usarse como embalaje, textiles, medicina y electrónica.

Investigadores de la Escuela de Ciencias Básicas de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) han desarrollado con éxito el plástico derivado de biomasa que es similar al tereftalato de polietileno (PET), una de las formas de plástico más utilizadas.

Dirigido por el profesor Jeremy Luterbacher, el equipo 'cocinó' madera y materiales vegetales no comestibles a partir de desechos agrícolas llamados 'biomasa lignocelulósica' en productos químicos baratos y disponibles para crear un material similar al plástico.

La fórmula se basó en un descubrimiento que Luterbacher hizo en 2016. Al experimentar con una variedad de productos químicos, descubrió que agregar aldehído, un compuesto químico orgánico, a la materia vegetal ayudó a estabilizarla, haciéndola más duradera durante la extracción.

Y listo, en un simple paso, se creó un precursor plástico. Luego, los estudiantes introdujeron el material en una impresora 3D para crear el prototipo de hoja de "plástico" con apariencia de red que se ve en la imagen de arriba.

"Al mantener intacta la estructura del azúcar dentro de la estructura molecular del plástico, la química es mucho más simple que las alternativas actuales", dijo el profesor Luterbacher.

Dado que las estructuras de azúcar solidificadas se forman a partir de biomasa orgánica, se pueden reciclar de forma natural y sencilla. Esto hace que el compuesto sea una alternativa especialmente atractiva al plástico, que puede ser difícil de reciclar, nunca se descompone por completo y también libera sustancias químicas tóxicas para siempre en los ecosistemas y en nuestros cuerpos.

El profesor Luterbacher continuó: "Esto hace que sea increíblemente fácil de hacer porque no tienes que modificar lo que la naturaleza te da, y simple de degradar porque puede volver a una molécula que ya abunda en la naturaleza".

Es un descubrimiento increíble, especialmente en el período previo a No Plastic July. ¡Esperemos ver más experimentos que produzcan este tipo de resultados en un futuro cercano!

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