Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington han estado trabajando en un pinchazo para controlar la enfermedad durante dos décadas. Los últimos resultados del estudio muestran una gran promesa.
En la actualidad, unos siete millones de mujeres en todo el mundo padecen cáncer de mama, lo que lo convierte en uno de los formas más letales de la enfermedad en la Tierra.
Solo en 2022, el Fundación Nacional del Cáncer de Mama estimó que 43,550 pacientes mujeres y 530 hombres (sí, los hombres también pueden tenerlo) en los EE.UU. moriría por ello.
Durante décadas, los científicos se han esforzado por encontrar una cura, explorando varias opciones, desde cirugía y radiación hasta terapia hormonal, quimioterapia e inmunoterapia.
Desafortunadamente, sus esfuerzos hasta la fecha se han quedado cortos, debido al hecho de que el cáncer surge de nuestras propias células y, en consecuencia, es capaz de mutar sin control.
'El cáncer de mama no es una sola enfermedad, lo que hace que sea más difícil de tratar', explica Dra. Kotryna Temcinaite, de Cáncer de Mama Ahora.
Hay muchos tipos de cáncer de mama y los tratamientos que funcionan bien para algunas personas pueden no funcionar tan bien para otras. Es por eso que necesitamos llevar a cabo más investigaciones sobre la enfermedad”.
Sin embargo, por suerte, la búsqueda de un tratamiento genuinamente viable pronto podría llegar a su fin porque los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington acaban de lograr un avance muy prometedor.
Esto es de acuerdo a su estudio recientemente publicado, que reveló los resultados de la primera fase de ensayos en humanos para una vacuna basada en ADN plasmídico en la que el equipo ha estado trabajando durante veinte años.