En sus esfuerzos por limitar el abuso en línea, Facebook eliminó las categorías "sensibles" de su herramienta de publicidad de orientación detallada. Los grupos climáticos ahora dicen que la nueva política está limitando su capacidad para conectarse con el público.
¿Ha estado Facebook alguna vez en buenos términos con los grupos climáticos en este momento?
El mes pasado, Facebook decidió intensificar su respuesta contra el abuso en línea al reevaluar sus políticas sobre anuncios dirigidos. Anteriormente, sus herramientas se habían utilizado para comercializar equipo militar a los grupos de extrema derecha y excluir grupos minoritarios de anuncios inmobiliarios.
La empresa propiedad de Meta decidió, como regla general, que sería la opción más segura prohibir a los anunciantes que se orienten en función de los intereses en causas u organizaciones relacionados con 'salud, raza o etnia, afiliación política, religión u orientación sexual'.
Si bien Facebook tenía como objetivo abordar temas que "las personas pueden percibir como sensibles", sin embargo, los grupos climáticos dicen que ahora están luchando para conectarse con el público y que el cambio ha dado la ventaja a las compañías de combustibles fósiles.
Cómo han respondido los grupos climáticos
Facebook casi ha 'eliminado cualquier tipo de orientación climática', dice natanael panadero de Spake Media House, una agencia de publicidad que representa a grupos climáticos.
'Solíamos encontrar personas interesadas en la protección del medio ambiente y el ecologismo... esas opciones se han evaporado'.
Los anunciantes en Facebook suelen encontrar audiencias receptivas al identificar a aquellos que interactúan con organizaciones similares. Para un anunciante climático como Baker, eso significaba encontrar personas con ideas afines que sigan a ONG como World Wildlife Fund o Fridays for Future.
También podría identificar y excluir a los usuarios que claramente no estarían interesados en los anuncios ecológicos, como, por ejemplo, aquellos que siguen o interactúan con empresas de combustibles fósiles o grandes conglomerados multinacionales. Con la nueva versión de las herramientas publicitarias, esto ya no es posible.
Lo que es particularmente frustrante para los grupos climáticos es que las nuevas reglas tampoco se aplican técnicamente a las compañías de combustibles fósiles, ya que no se consideran organizaciones políticas. Pero, de nuevo, ¿por qué las organizaciones climáticas caen bajo este paraguas?
"La implicación es que el cambio climático es una cuestión política más que científica", dice Cristiano sanchez de la Coalición por el Clima Digital.
Muy en la misma página, Titular de Faye de Influence Map declaró que tratar los anuncios de combustibles fósiles como 'declaraciones de hecho no políticas' distorsiona aún más la conversación.