Permitirá que todos sus usuarios se sientan como si fueran dentro del contenido, en lugar de simplemente verlo. Básicamente, podremos vivir dentro de esta plataforma, ya sea para reuniones de trabajo, ver actuar a nuestros artistas favoritos o socializar con personas de todo el mundo.
Facebook espera que el metaverso pueda profundizar la conexión humana sin aumentar la cantidad de tiempo que pasamos en línea. Se prevé que este uso más significativo de la tecnología tardará entre 10 y 15 años en desarrollarse por completo.
Sin embargo, existen algunas aprehensiones sobre este innovador proyecto. Robin Mansell, profesor de nuevos medios e Internet, expresa preocupaciones sobre la cantidad de acuerdos de gobernanza existentes para regular y supervisar eficazmente una pieza tan intrusiva de tecnología digital.
Ella sostiene que los problemas que actualmente observamos en línea, como la recopilación de datos, la vigilancia y la representación de género, solo serán magnificados por el proyecto del metaverso.
Sigue siendo extremadamente importante que la evolución de este proyecto sea monitoreada de cerca y que los mecanismos regulatorios se establezcan en consecuencia.
Facebook ha brindado cierta tranquilidad, tanto a través de sus palabras como de sus acciones. Andrew Bosworth, vicepresidente de realidad artificial de Facebook, ha describió los extensos proyectos de colaboración de la compañía con legisladores, expertos y socios de la industria para asegurarse de que el metaverso sea un espacio protegido e igualitario.
50 millones de dólares ya se han invertido en el Fondo de Programas e Investigación, que se refiere a varios proyectos e investigaciones externas. Los principales temas que cubre este fondo son la inclusión, la privacidad, la seguridad y las oportunidades económicas. Parece que Facebook está haciendo algo bueno aquí con inversiones en organizaciones como Women in Immersive Tech y Africa No Filter.
La participación más profunda de Facebook en los derechos humanos y civiles es probablemente una respuesta a las controversias recientes que ha experimentado la compañía.
Esto incluye las revelaciones de la denunciante Frances Haugen que arrojó luz sobre la información que tenía Facebook sobre el daño de las redes sociales, como Instagram, sobre la salud mental de los adolescentes.
Facebook parece estar dispuesto a demostrar que no privilegia la salud mental de sus usuarios. La enorme suma invertida en investigación da esperanzas de que el metaverso cumpla con estrictos estándares regulatorios y legales.
No es ningún secreto que la empresa de Mark Zuckerberg quiere estar a la vanguardia de la innovación tecnológica.
Parte de este impulso también implica una nueva herramienta de cambio de marca: el cambio de nombre de la empresa matriz. Si bien aún se desconoce el cambio exacto, parece que Facebook tiene grandes proyectos para el futuro.
La pregunta es, ¿se convertirá el metaverso en el lugar donde vivimos la mayor parte de nuestras vidas?