El primer nacimiento de una cría de pangolín en un zoológico europeo es un faro de esperanza para las especies nativas al borde de la extinción. ¿Qué podemos aprender de este exitoso ensayo de reproducción?
En todo el mundo, las especies nativas (animales y plantas que se encuentran solo en regiones o países específicos) están comenzando a desaparecer rápidamente.
La mayoría de las poblaciones de flora y fauna nativas tienen adaptaciones únicas que les permiten vivir en estas condiciones precisas, lo que significa que el número de su población es relativamente bajo en comparación con los organismos comunes.
Sin embargo, las últimas décadas han sido particularmente arduas. Con la urbanización, el cambio climático y la caza furtiva en aumento, la cantidad de especies nativas que se encuentran en la naturaleza está disminuyendo aún más.
La rápida expansión de las ciudades combinada con una creciente necesidad de espacio residencial a nivel mundial ha llevado a la limpieza de hábitats naturales donde antes prosperaban en abundancia especies raras y nativas.
Las temperaturas más altas y la falta de lluvia debido a nuestro clima cambiante han hecho que sea casi imposible que los entornos naturales y las fuentes de alimentos se mantengan por sí mismos.
Finalmente, la caza furtiva de animales, aunque, en muchos casos, es ilegal o está regulada por la ley, amenaza a las especies que ya existen en cantidades bajas cuando se cree que la criatura tiene suerte o valor curativo.
Una especie al borde de la extinción ofrece un rayo de esperanza para los animales que experimentan poblaciones cada vez más reducidas. En un zoológico de Praga, nació un pangolín chino y ha sobrevivido, hasta el momento, durante aproximadamente un mes.
Es el primer pangolín nacido en Europa.