Es una señal preocupante de la emergencia climática, pero nos brinda una oportunidad de investigación sin precedentes en la Antártida.
La fuga de metano en el fondo del mar se ha registrado en la Antártida por primera vez en la historia.
La filtración fue descubierta en un sitio de 30 pies de profundidad conocido como Cinder Cones en McMurdo Sound y fue dirigida por Andrew Thurber de la Universidad Estatal de Oregon. El metano no se libera en burbujas, sino que "sale en lo que llamamos flujos difusos, simplemente se disuelve en el agua", afirma Thurber.
Los científicos han sabido acerca de las grandes cantidades de metano que se almacenan debajo del mar durante un tiempo, pero las fugas a gran escala en el Océano Austral fueron solo primero monitoreado en Georgia del Sur en 2014. Esta es la primera vez que se registra en el continente antártico.