Se ha construido una escultura gigante hecha de desechos electrónicos al otro lado del agua desde un hotel en Cornualles, donde se celebra la cumbre del G7 de este año.
La obra de arte representa los rostros de los siete líderes democráticos más poderosos del mundo y tiene como objetivo llamar la atención sobre los desechos electrónicos que se generan por los dispositivos que no se reciclan o revenden cada año.
Según la para informar publicado por la ONU, se generaron 53.6 millones de toneladas de desechos electrónicos en todo el mundo en 2019. Si las tendencias continúan como lo han hecho en los últimos 5 años, podemos esperar que este número aumente a 74 millones de toneladas para 2030.
Los países que integran el G7 son Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. Por sí solas, las naciones del G7 contribuyen con 15.9 millones de toneladas a esta cifra de desechos electrónicos anualmente.
La esperanza es que a su llegada a la cumbre en Cornualles, los líderes mundiales sobrevolarán y vislumbrarán 'Mount Recyclemore' justo cuando se preparan para entablar conversaciones sobre cómo abordar el cambio climático y construir un futuro más verde.