Al difuminar los límites entre lo real y lo virtual, el futuro de Internet ya ha llamado la atención de las marcas de cosméticos decididas a mantener interesados a los consumidores conocedores de la tecnología.
Como en una gran mayoría de sectores, los mundos de la belleza y la tecnología han chocado a un ritmo acelerado durante los últimos años.
Infundido con el poder de Silicon Valley, se estima que el mercado mundial de cosméticos alcanzará la asombrosa cifra de 650 millones de dólares en 2023.
Si a esto le sumamos las preocupaciones de seguridad sobre el contacto humano bajo las restricciones de Covid-19, es fácil ver por qué las herramientas digitales se están volviendo algo común.
Si bien la belleza continúa persiguiendo este auge, impulsada en parte por la pandemia, la industria se enfrenta actualmente al desafío de adoptar soluciones virtuales que seguirán siendo populares más allá de los tumultuosos dos años que acabamos de tener.
En la cúspide de la belleza y la tecnología se encuentran las innovaciones en inteligencia artificial, aprendizaje profundo y realidad aumentada, todo en camino de revolucionar la forma en que interactuamos con el maquillaje, el perfume y nuestras rutinas de cuidado de la piel a largo plazo.
En este sentido, al aceptar que los hábitos de los consumidores han cambiado para siempre, las marcas y los minoristas están evolucionando drásticamente para adaptarse a este nuevo panorama a un ritmo que no muestra signos de desaceleración.
Para mantenerse al día con el auge de lo digital, la belleza se ha distanciado aún más de sus raíces tradicionales de muestreo en persona, consultores y tiendas departamentales, eligiendo en cambio enfocarse en el Metaverso, un universo virtual 3D compartido en el que los usuarios pueden existir perpetuamente.
"El metaverso está comenzando a ser adoptado por los consumidores de belleza, pero esta adopción puede ser tan pequeña como usar un filtro AR", dice Abi Buller, escritora de prospectiva en El laboratorio del futuro.
"En el otro extremo del espectro, podrían estar listos para comprar un NFT de una marca de belleza".
Aunque todavía está en sus primeras etapas, el cambio de la belleza hacia 'el futuro de Internet' (como se le conoce) ya ha visto a empresas como Clinique, Nars y Givenchy incursionar en su potencial, con planes para presentar próximas colecciones y vender NFT. - una forma contemporánea de celebrar la lealtad y poner a nuestros consumidores en el asiento del conductor, como lo explica Clinique - y más ampliamente, mostrar sus mundos.