A medida que la crisis del costo de vida y las preocupaciones sobre la sostenibilidad impulsan a los consumidores hacia prendas usadas, las ventas están en camino de alcanzar los 350 mil millones de dólares en 2028, según el informe más reciente de ThredUp.
Ahorro, reutilización, comercio de existencias muertas: lo que sea. Todos ellos se encuentran bajo el paraguas de la moda de reventa.
Mucho antes de que se volviera elegante, hurgar en los mercados vintage era la mejor manera de encontrar ropa original, a menudo de diseñador, sin precios elevados.
Es donde podrías toparte con un bolso Coach con un precio incorrecto que costara menos que la comida para llevar que planeabas pedir esa noche.
Fue una búsqueda del tesoro para los compradores más intrépidos que eventualmente migraron en línea a eBay y que ahora es un negocio propio en auge, encabezado por Depop, Vinted y Poshmark. Evidentemente, las connotaciones negativas que alguna vez estuvieron vinculadas a la moda usada ya no existen.
En una época en la que las amenazas que plantea nuestro clima rápidamente cambiante son más frecuentes que nunca, las compras de reventa están de moda.
Por si lo has olvidado, la moda es oficialmente el segundo mayor consumidor mundial de agua según el Agencia Europea de Medio Ambiente y genera "Más emisiones de gases de efecto invernadero que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados".
Depende en gran medida de la actualización constante de líneas, estilos y tendencias cada temporada a una velocidad vertiginosa para satisfacer la demanda (con una cadena de suministro que funciona simultáneamente a un ritmo inquebrantable) y también es conocido por la cantidad de residuos que produce (un camión de basura). cada minuto para ser exacto).
Y, aunque los programas de reciclaje existen desde hace décadas, debido a que las fibras sintéticas utilizadas en 72% de nuestra ropa tarda dos siglos en descomponerse, el mundo está aun ahogándose en textiles, y 92 millones de toneladas de los 100 mil millones de prendas que se compran anualmente se desechan y se acumulan.
Para 2030, se espera que esa cifra aumente en más de cuarenta millones.
Teniendo esto en cuenta, y a medida que las preocupaciones sobre el impacto perjudicial de la industria en el ya sufrido planeta se hacen cada vez más fuertes y persistentes, no sorprende que la reventa –y la eliminación del consumo excesivo que la acompaña– se haya convertido en una especie de salvador para la sostenibilidad. en la moda.
Las estadísticas hablan por sí solas, de verdad. De acuerdo a un reporte Según Global Data, la ropa de segunda mano es tan popular que el mercado se ha desarrollado a un ritmo veintiuna veces más rápido que el comercio minorista.
Y como ThredUp'S 2024 visión de conjunto Según ha revelado, las ventas están en camino de alcanzar los 350 mil millones de dólares en 2028 después de un aumento el año pasado del 18% a 197 mil millones de dólares.