Las propuestas para cambiar la legislación británica para proteger los derechos de las mujeres que experimentan la menopausia han sido rechazadas por temor a que tal medida discrimine a los hombres.
Si bien la salud de las mujeres ha experimentado un cambio cultural generacional en los últimos años, lo que provocó un discurso más abierto sobre las preocupaciones históricamente estigmatizadas con respecto a nuestros úteros, las historias de despidos por parte de médicos y médicas siguen siendo abundantes.
Este problema se conoce como la brecha de salud de género, en la que los expertos médicos toman menos en serio a las mujeres, particularmente en el campo de enfermedades específicas de la mujer como endometriosis, perimenopausiay sindrome de Ovario poliquistico (SOP).
Continuamente encontrando mucho más difícil que los hombres entender nuestros cuerpos, las mujeres han sido condicionadas una y otra vez para creer que el dolor y la incomodidad son normales, con recibir un diagnóstico, y mucho menos un tratamiento adecuado, todo menos imposible feat.
Desafortunadamente, a excepción de países como España donde los legisladores han garantizado que las empleadas sientan que se respeta su salud reproductiva dentro de un entorno profesional, esto se traduce bastante mal en el lugar de trabajo.
En el Reino Unido, el ejemplo más reciente de esto es la decisión del gobierno de negar los pedidos de 'licencia por menopausia' debido al temor de que tal medida 'discriminaría a los hombres'.
También rechazó una recomendación para hacer de la menopausia una característica protegida bajo la Ley de Igualdad, lo que haría ilegal discriminar por edad, discapacidad y raza, entre otros.
En su respuesta oficial, el gobierno citó "consecuencias no deseadas que pueden crear inadvertidamente nuevas formas de discriminación, por ejemplo, riesgos de discriminación hacia hombres que padecen afecciones médicas a largo plazo", como razón para rechazar las propuestas por completo.
En cambio, afirma centrarse en alentar a los empleadores a implementar políticas de menopausia en el lugar de trabajo y agrega que "nos preocupa que una licencia específica pueda ser contraproducente para lograr este objetivo".
Según la BBC, las sugerencias iniciales provinieron del Comité de Mujeres e Igualdad, que acusó a los ministros de hacer un "progreso glacial" en el apoyo a la menopausia.