Los científicos han desarrollado una enzima completamente nueva capaz de descomponer completamente el plástico en cuestión de días. Esto ha renovado la esperanza de que podamos comenzar a gestionar con eficacia la principal crisis de residuos del mundo.
Con toda probabilidad, la mayor parte de su plástico desechable le sobrevivirá unos 350 años antes de que se descomponga. Pensamiento deprimente, ¿verdad?
Ahora considere que cada minuto se compran un millón de botellas de plástico de un solo uso, mientras que en solo un año se venden hasta cinco billones de bolsas de plástico. Los delicados ecosistemas oceánicos continúan siendo profanados por este material, y solo ahora estamos comenzando a comprender el alcance de preocupaciones de salud microplásticos circundantes.
A pesar de los esfuerzos de incluso los recicladores más fervientes entre nosotros, se reutiliza un 10% francamente patético de la basura plástica del mundo.
Los activistas no exageran cuando nos referimos a la contaminación plástica como una crisis, pero lamentablemente las crisis ya se han resuelto antes. Descender al nihilismo es no una opción, y además, tenemos motivos para un raro atisbo de optimismo sobre el tema, gracias a un gran avance científico esta semana.
Científicos de la Universidad de Texas, Austin, han diseñado con éxito una nueva enzima que puede descomponer físicamente el plástico PET, que constituye el 12 % de todos residuos globales: en cuestión de días, según un informe revisado por pares Naturaleza revista.
Un equipo de investigadores desarrolló la enzima que llaman FAST-PETase utilizando bacterias hambrientas de plástico natural, antes de ejecutar una aplicación de aprendizaje automático para encontrar las mutaciones más efectivas para degradar polímeros en diversas condiciones ambientales y rápidamente.