Seamos realistas, el continente africano todavía no es un refugio seguro para la comunidad LGBTQ+. En casi todos los países africanos, la homosexualidad se considera un tabú.
África se identifica con costumbres y creencias tradicionales que datan de siglos atrás.
Según Human Rights Watch, la mayoría de las naciones africanas siguen siendo tradicionalistas y consideran a la comunidad LGBTQ+ un tabú o una "maldición". Esto ha llevado a la mayoría a evitar proteger los derechos de aquellos que consideran salir del armario o expresarse auténticamente.
Más de treinta países de África han prohibido la homosexualidad y en algunos países, como Sudán del Sur, Somalia, Somalilandia, Mauritania y el norte de Nigeria, el castigo máximo es la muerte.
En otras áreas como Tanzania y Gambia, una persona LGBTQ+ podría enfrentar cadena perpetua.
Sin embargo, ha habido algunos avances en las últimas décadas. Sudáfrica, por ejemplo, fue el primer país africano en legalizar el matrimonio homosexual y el quinto en el mundo en 2006. Su constitución protege contra la discriminación basada en la identidad sexual o cualquier otra forma.
A pesar de que Sudáfrica identifica constitucionalmente los derechos de la comunidad LGBTQ+, la discriminación social y los delitos de odio siguen siendo comunes en las zonas rurales y otras ciudades menores. Según informes locales, la violencia abunda y los casos de asesinato han ido en aumento.
Sin embargo, las principales ciudades como Ciudad del Cabo y Johannesburgo se consideran amigables y son destinos ideales para que visite la comunidad LGBTQ+.