La guerra en curso en Ucrania podría tener ramificaciones significativas en África, desde oportunidades educativas dañadas hasta economías debilitadas como resultado de la interrupción del comercio.
Rusia y Ucrania han jugado un papel fundamental en el desarrollo de África.
A lo largo de los años, Rusia ha brindado comercio, ayuda, entrenamiento militar y seguridad paramilitar en países como Malí. Ucrania, uno de los productores de trigo dominantes en Europa, también exporta sus productos agrícolas a África.
Con estos lazos económicos profundos, ¿cómo afectará la guerra a los que están fuera de Rusia y Ucrania? Desafortunadamente, parece claro que esto distraerá la atención de los objetivos urgentes de sostenibilidad y desviará el enfoque de las promesas globales de cero emisiones, a medida que las naciones prioricen el gasto militar.
Además, un cambio en la ayuda y los esfuerzos de mantenimiento de la paz podría tener un gran impacto en los países que actualmente están inmersos en una guerra civil, como Etiopía y Nigeria. La educación, el comercio y el bienestar público en general pueden verse enormemente afectados.
Los estudiantes africanos atrapados en el medio
Tanto Ucrania como Rusia ofrecen tasas de matrícula asequibles y una serie de becas para estudiantes africanos que cursan estudios superiores.
Miles de estudiantes africanos están actualmente varados en medio del conflicto en curso, a pesar de que algunos cruzan a países vecinos como Polonia y Eslovaquia.
Actualmente, Ucrania cuenta con más de 8,000 estudiantes marroquíes, 4000 nigerianos y 3,500 egipcios, solo por mencionar algunos. El gobierno de Nigeria se comprometió a evacuar a sus ciudadanos del país tan pronto como se abrieran los aeropuertos, mientras que el gobierno de Kenia mantuvo conversaciones exitosas con el gobierno polaco para que sus ciudadanos tuvieran libre tránsito.