Luego de una de las campañas más disputadas en la historia reciente del país, el exrebelde Gustavo Petro ganó las elecciones con el 50.47 por ciento de los votos.
Gustavo Petro, legislador desde hace mucho tiempo y ex combatiente de la milicia M-19 que prometió un cambio social y económico profundo, ganó las elecciones presidenciales de Colombia con el 50.47 por ciento de los votos.
La victoria lo convierte en el primer jefe de estado izquierdista del país sudamericano y subraya un cambio drástico en el panorama político de una nación que durante mucho tiempo ha marginado a la izquierda por su supuesta asociación con la conflicto armado de 52 años.
También viene en medio de un creciente desconfianza de instituciones democráticas clave, que se ha convertido en un tendencia en la región (Perú, Bolivia, Chile y Honduras son todos parte del nuevo 'marea rosa').
Tras una de las campañas más disputadas de la historia reciente de Colombia, Petro venció al magnate empresarial rodolfo hernandez galvanizando a los votantes frustrados por décadas de pobreza y desigualdad bajo líderes conservadores.
Durante su tiempo en el cargo, se comprometió a expandir los programas sociales, ofrecer educación universitaria gratuita, gravar a los ricos y alejarse de una economía que considera demasiado dependiente de los combustibles fósiles.
Siendo este último un intento de gratificar a los activistas ambientales preocupados por los altos niveles de deforestación en el Amazonas, que es un búfer integral contra el cambio climático.
También ocupará un lugar destacado en su agenda la frágil situación de Colombia proceso de paz con los rebeldes de izquierda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Firmado en 2016, puso fin formalmente a cinco décadas de guerra civil que mató a más de 260,000 personas y desplazó a más de 7 millones.
Su objetivo es aumentar la gobernabilidad y los servicios básicos en áreas históricamente conflictivas, a saber, el campo abandonado donde los grupos armados y la coca continúan prosperando.
'A partir de hoy Colombia está cambiando, un cambio real que nos encamina a uno de nuestros propósitos: la política del amor, del entendimiento y del diálogo', dijo a sus simpatizantes al ganar.
'Desde este gobierno que se inicia nunca habrá persecución política ni persecución legal, solo habrá respeto. Escucharé no solo a los que han levantado los brazos, sino también a esa mayoría silenciosa de campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes'.