El plan de perforación costa afuera de Biden ha generado controversia, y tanto las compañías de petróleo y gas como los grupos ambientalistas expresaron sus preocupaciones a través de demandas presentadas contra la administración.
Recientemente, dos juicios separados Al mismo tiempo se presentaron demandas contra la administración Biden por su plan quinquenal de perforación petrolera en el Golfo de México.
Las demandas fueron presentadas por Earthjustice, una organización de derecho ambiental con sede en California en nombre de otros grupos ambientalistas, y el Instituto Americano del Petróleo, un grupo comercial de petróleo y gas.
El plan de perforación costa afuera de la administración Biden incluye tres nuevas ventas de arrendamiento de petróleo y gas en el Golfo de México durante los próximos cinco años, de 2024 a 2029. Este plan establece la menor venta de arrendamiento jamás ofrecida en cinco años desde que comenzó el programa federal de perforación hace décadas.
La administración desarrolló este plan para alinearse con el Ley de Reducción de la Inflación, que exige ofrecer al menos 60 millones de acres para exploración de petróleo y gas a cambio de permisos para desarrollar energía eólica marina. Esto contrasta fuertemente con el plan de la administración Trump que proponía 47 ventas de arrendamiento dentro de las zonas costeras de Estados Unidos.
La semana pasada, cuestionamos el programa de arrendamiento extraterritorial de la administración Biden. La demanda de energía asequible y confiable está creciendo, pero esta administración continúa restringiendo el acceso a nuestros vastos recursos energéticos. @TomásCatenacci informes para @Fox News: https://t.co/vx5P3cF4oK
— Instituto Americano del Petróleo (@APIenergy) Febrero 21, 2024
A pesar del pequeño número de ventas de arrendamiento en comparación con los niveles históricos, el plan ha enfrentado la oposición tanto de la industria del petróleo y el gas como de los grupos ambientalistas. Biden está ahora firmemente atrapado entre la espada y la pared.
Los grupos petroleros, específicamente el Instituto Americano del Petróleo, expresaron su preocupación por los riesgos de que Estados Unidos dependa de fuentes de energía extranjeras. El vicepresidente de política upstream de API afirmó que la demanda de energía confiable continúa aumentando, pero la administración optó por limitar la producción dentro de la región del Golfo de México.
Es fundamental tener en cuenta que el concepto de barriles con bajas y altas emisiones de carbono es importante en la industria del petróleo y el gas. Los barriles con baja intensidad de carbono se refieren a producciones de petróleo y gas cuyas emisiones de gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida son comparativamente más bajas que las de la fórmula tradicional.
A medida que el mundo hace la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, se espera que crezca la demanda de barriles con baja intensidad de carbono, lo que proporcionará una ventaja estratégica para las empresas de petróleo y gas que invierten en métodos sostenibles.
Dicho esto, la región proporciona uno de los barriles con menor intensidad de carbono del mundo. API sostiene que el límite de producción conduciría a una mayor dependencia de barriles con mayor intensidad de carbono provenientes de otras partes del mundo, lo que potencialmente socavaría tanto la seguridad energética como los objetivos ambientales.