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La CPI emite orden de arresto contra Vladimir Putin por crímenes de guerra

Ha pasado poco más de un año desde que Rusia invadió Ucrania por primera vez. Ahora, la Corte Penal Internacional ha emitido una orden de arresto contra Vladimir Putin por sus presuntos crímenes de guerra.

La corte penal internacional acaba de emitir órdenes de arresto contra Vladimir Putin y su comisionada para los derechos del niño, Maria Alekseyevna Lvova-Belova.

Ambos partidos principales han sido acusados ​​de la deportación ilegal de niños ucranianos durante la guerra, que se prolonga desde hace más de un año.

Los jueces en la evaluación previa al juicio del tribunal han dicho que tienen "motivos razonables para creer que cada sospechoso es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de la población [ucraniana]".

Continuaron con las acusaciones, afirmando que Putin y Lvova-Belova habían autorizado el "traslado ilegal de poblaciones de las áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de los niños ucranianos".

Moscú ya ha respondido a la acción de la CPI de una manera que está totalmente a la altura de Rusia, ya que Putin parece creer que está por encima de la ley en muchas ocasiones. Funcionarios rusos afirmaron que el país no reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, que se encuentra en La Haya.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, anunció en Telegram: 'Las decisiones de la corte penal internacional no tienen significado para nuestro país, incluso desde un punto de vista legal. Rusia no es parte del Estatuto de Roma de la CPI y no tiene ninguna obligación en virtud del mismo.'

Tendremos que esperar y ver cómo se mantienen esas creencias en los próximos días.

 

Mientras tanto, las órdenes de arresto emitidas por la CPI no deberían sorprender a nadie, ya que Rusia no ha mantenido sus operaciones ilegales bajo el radar.

Su liderazgo ha admitido públicamente haber sacado a los niños ucranianos de su país de origen y transportarlos a través de la frontera rusa.

Una vez en Rusia, los niños fueron puestos en campamentos o inscritos en programas de adopción y enviados al cuidado de familias rusas.

A mediados de febrero, Lvova-Belova, la comisionada de derechos de los niños de Putin, apareció en la televisión contándole a Putin sobre el programa de deportación de niños. Lvova-Belova reveló que había "adoptado" a una joven adolescente de la ciudad de Mariupol, en el sureste de Ucrania.

Mariupol había sido fuertemente atacado y ocupado por las fuerzas rusas en los primeros meses de la invasión.

Es muy probable que el diálogo grabado en este segmento televisado haya influido en que los jueces de la CPI emitieran las primeras órdenes de arresto para el par de líderes rusos.

Un abogado internacional de derechos humanos con sede en Kiev y socio gerente de Global Rights Compliance, Wayne Jordash, ha dicho que es probable que se acumulen más denuncias en los próximos meses y que es seguro que se emitirán órdenes de arresto adicionales.

Aunque Moscú parece creer que está por encima de las reglas y la legislación establecidas por el derecho internacional, estos nuevos desarrollos son una gran indicación de que nadie, ni siquiera uno de los líderes más impredecibles y temidos del mundo, es inmune a rendir cuentas por sus malas acciones. .

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