Se está cobrando impulso antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos de 2022

A lo largo de la próxima década, se investigará el medio marino mundial de arriba a abajo, con especial atención a la vida marina, los ecosistemas, las corrientes oceánicas, las olas, la tectónica de placas y la geología del fondo marino, así como sus sustancias químicas y propiedades físicas.

La investigación será útil para orientar la actividad de conservación internacional que trabaja para prevenir los peligros biológicos y mitigar los riesgos de desastres.

La acidificación de los océanos, la disminución de las poblaciones de vida marina y la contaminación son las amenazas más inminentes para la salud de los océanos. Tenga en cuenta que nuestros mares forman 71% de la superficie de la Tierra, haciéndolos enormemente importantes para mantener el equilibrio armonioso de nuestro ecosistema natural.

Hoy en día, la absorción de las emisiones de dióxido de carbono por parte del océano ha aumentado a 31 por ciento, lo que resulta en la acidificación del agua de mar. Este balance de pH alterado crea un ambiente tóxico para la vida marina.

Los métodos nuevos, científicamente probados y creados por el hombre para el secuestro de carbono (el proceso de capturar y almacenar dióxido de carbono en la atmósfera) serán contribuciones esenciales para detener la acificación de los océanos durante la reunión.

Las soluciones para abordar la actual crisis de contaminación plástica también serán una prioridad. Si bien una limpieza a gran escala no es ni rápida ni realista, ahora hay 5.25 billones de piezas de macro y microplásticos en nuestros océanos que pesan hasta 269,000 toneladas: se propondrán esfuerzos estratégicos para eliminar esto.

Además de limpiar lo que ya existe, también es importante que los gobiernos y los organismos oficiales garanticen que se detenga el vertido futuro de desechos plásticos en nuestros océanos.

Se discutirá el compromiso de aumentar la financiación para los países en desarrollo para mejorar la recolección de desechos y los sistemas de infraestructura desechable, así como las formas de implementar sistemas para reducir el uso de plástico, el reciclaje y la sustitución del plástico en estos lugares.

Los objetivos de la ONU son ambiciosos, pero es asombroso saber que el presidente de la Asamblea General de la ONU ha estado movilizando el esfuerzo científico para crear soluciones plausibles desde el año pasado.

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