Tanzania está lidiando con inundaciones en curso que se han cobrado vidas y han dejado a miles de personas afectadas en todo el país. Provocadas por fuertes lluvias, las inundaciones han causado estragos y han causado grandes daños a la infraestructura y los medios de vida.
En las últimas dos semanas, las inundaciones en curso han sido catastróficas: los informes oficiales indican un saldo de 58 personas muertas y afectando a más de 120,000 en todo el país.
Las fuertes lluvias, la crecida de los ríos y una infraestructura inadecuada han agravado la situación, provocando la destrucción generalizada de viviendas, carreteras y tierras agrícolas. Regiones como Dar es Salaam, Dodoma y Morogoro han sido las más afectadas por este desastre, azotadas por graves inundaciones y deslizamientos de tierra.
El costo humano de las inundaciones es profundo: familias destrozadas, medios de vida destruidos y comunidades desplazadas. Miles de personas siguen huyendo de sus hogares y buscando refugio en refugios superpoblados, como escuelas y campamentos improvisados.
El acceso al agua potable, los alimentos y la atención sanitaria se ha vuelto cada vez más difícil, lo que exacerba la vulnerabilidad de los afectados. Los niños siguen enfrentando interrupciones en la educación y mayores riesgos de brotes de enfermedades reportados en Tanzania.