El arduo trabajo y la dedicación de los equipos que trabajan en proyectos de restauración de arrecifes de coral finalmente están dando resultados positivos, según un nuevo estudio de La conversación.
Este verano fue particularmente devastador para uno de los ecosistemas más raros y frágiles del planeta: los arrecifes de coral.
En septiembre de 2023, la temperatura promedio de la Tierra superó el umbral crítico de 1.5 °C, superando momentáneamente el límite establecido por los líderes mundiales que prometieron combatir el calentamiento global a largo plazo.
Este calentamiento persistente plantea no sólo una grave amenaza para los arrecifes de coral y la abundante vida marina que vive entre ellos, sino también para las comunidades costeras que dependen de los ecosistemas marinos para su seguridad alimentaria, protección contra tormentas, turismo y su estabilidad económica general.
Incluso según las proyecciones más optimistas, el Panel Intergubernamental sugiere que el cambio climático muy bien podría provocar el deterioro de hasta dos tercios de los arrecifes de coral del mundo. Lo cual, por supuesto, resulta muy desalentador de imaginar.
Sin embargo, una nueva investigación muestra que los arrecifes artificiales están mostrando resultados prometedores al funcionar como arrecifes de coral naturales. Sus hallazgos han demostrado que son capaces de replicar algunas de las funciones críticas de los arrecifes naturales, si se les da suficiente tiempo para florecer.