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Los expertos consideran que las olas de calor son tan peligrosas como los incendios forestales

La exposición al calor es un asesino silencioso que se cobra cientos de miles de vidas cada año. A medida que aumentan las temperaturas globales, la conciencia es clave.

Durante las últimas temporadas de olas de calor, los incendios forestales han dominado las noticias. Los videos de grandes llamas que envuelven paisajes de todo el mundo son un recordatorio del peligro que representan los incendios de rápida propagación para la naturaleza, la vida silvestre, los hogares y las comunidades.

Sin embargo, la exposición prolongada al calor que causa estos incendios sigue siendo una amenaza silenciosa para los humanos, que acecha cuando las temperaturas superan los niveles normales.

Los problemas de salud inducidos por el calor no han recibido suficiente atención en la cobertura de los medios, ya que no son tan evidentes o inmediatos como las posibles lesiones físicas causadas por otros eventos climáticos como inundaciones repentinas o tormentas.

Las consecuencias para la salud a largo plazo, como insuficiencia renal, daño cerebral y daño cardíaco, se han relacionado con quienes no tienen los medios para protegerse adecuadamente durante las violentas olas de calor.

Evidentemente, es un tema digno de discusión, ya que la exposición humana al calor extremo solo se amplifica cada año más a causa de la crisis climática. También es oportuno, ya que las temperaturas abrasadoras son ahora la causa principal de muertes anuales en los EE. UU. por cualquier otro desastre natural.

Independientemente de si cumplimos con la fecha límite de nuestros objetivos actuales de reducción de carbono, las temperaturas globales seguirán aumentando durante las próximas dos décadas.

Tomemos una postura positiva y digamos que ocurre el mejor de los casos. Es el año 2035, hemos realizado el cambio global generalizado hacia tecnologías sostenibles y ecológicas, y las temperaturas intensas finalmente se estancan.

Todavía tenemos que esperar hasta que caigan a niveles normales, ya que nuestro ecosistema climático se repara lentamente con el tiempo. Entonces, ¿cómo podemos gestionar esto mejor?

En lugares donde las temperaturas ya están subiendo 5-10 grados Más allá de la norma durante cada temporada de verano, los expertos están aconsejando a los gobiernos que establezcan sistemas de alerta, cierren escuelas y desalienten las actividades al aire libre durante las semanas especialmente cálidas.

Se fomenta el uso de los medios digitales como una vía útil para concienciar al público sobre los peligros de las olas de calor extremas, así como para brindar asesoramiento sobre medidas de seguridad y mecanismos de respuesta.

Beber mucha agua, usar ropa de colores claros, elegir telas transpirables y simplemente quedarse adentro son algunas de las pautas más fáciles de seguir.

Crédito: OMS

Será necesario construir algunos cambios importantes en la infraestructura para evitar el calor, especialmente en áreas urbanas que son probado tener temperaturas más cálidas del aire, la superficie y el suelo.

Las estaciones de nebulización de agua podrían colocarse a lo largo de las esquinas de las calles de la ciudad para ayudar a las personas a mantenerse frescas. Todos seremos agradables y húmedos como la sección de verduras en un supermercado.

Las áreas sombreadas en los parques y en las calles de la ciudad deberán construirse con pintura blanca que refleje el sol en los techos de los rascacielos, y será necesario intensificar los esfuerzos para plantar más árboles.

Un botánico está fomentando la transformación de ciudades de hormigón absorbentes de calor en selvas verdes, que podrían hacer que los árboles nuevos actúen como "aire acondicionado" de doble potencia, enfriando el aire urbano y tratando la contaminación atmosférica.

En el nivel más básico, recordar controlar a la familia y los amigos, especialmente a los ancianos y los más vulnerables, es importante a medida que lidiamos con los efectos del calentamiento de la Tierra.

Ya destacamos esta página en Thred, cómo 5 millones de personas fueron desplazadas el año pasado debido a eventos climáticos extremos relacionados con el cambio climático.

De manera injusta, quienes sufren la peor parte de los devastadores desastres naturales son principalmente quienes viven en países con los niveles más bajos de emisiones.

No soy meteorólogo, pero una mirada a las tendencias meteorológicas indica que la brecha de la disparidad climática podría estar comenzando a cerrarse, y las naciones más ricas soportan las temperaturas más altas registradas hasta el momento.

A medida que avanzamos para cuidar mejor el planeta, a veces necesitamos un recordatorio para cuidarnos unos a otros. Ese sentimiento también se aplica a las empresas y naciones que emiten altas emisiones de carbono.

¿Podría este giro del dial de temperatura ser un catalizador del cambio? La respuesta aún está pendiente, pero no hay duda de que los responsables políticos comenzarán a sentir la presión.

 

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