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Científicos australianos han descubierto cómo cultivar algodón de color natural, un avance que finalmente podría ayudar a la moda a frenar su adicción a los tintes químicos nocivos.
En una gran victoria para la sostenibilidad de la ropa, los científicos australianos han encontrado una manera de descifrar el código molecular del algodón para que crezca de forma natural en una gama de tonos vibrantes. Con la misión de transformar la industria textil global como la conocemos, el descubrimiento de CSIRO podría cambiar las reglas del juego para la moda, que depende en gran medida de tintes tóxicos para crear los colores de nuestras prendas.
Una de las mayores fuentes de aguas residuales del mundo, el teñido de textiles involucra una variedad de productos químicos, microplásticos y otros contaminantes biológicos que son, por supuesto, extremadamente dañinos para el medio ambiente. Desde el formaldehído al plomo, en los últimos años los materiales sintéticos se han convertido en algo común en el proceso de fabricación, a pesar de su enorme contribución al cambio climático.
Pero eso está a punto de cambiar. Desarrollado en un invernadero de alta tecnología, unas pocas docenas de placas de Petri pueden ser la clave para eliminar el uso de estos químicos dañinos en el futuro.
El algodón modificado genéticamente contiene tejido vegetal que solo necesita unos días para florecer y, durante los próximos meses, un investigador líder Dra.Coleen MacMillan espera que puedan reproducirse y, eventualmente, convertirse en fibras que puedan tejerse en la ropa.
"Esta investigación definitivamente tiene el potencial de transformar la industria textil mundial", dice. "Estamos fabricando fibras que aún son biodegradables, aún renovables, pero que aún tienen propiedades que no tienen actualmente".
Aunque todavía se encuentra en las primeras etapas de la investigación del algodón revolucionario, CSIRO hasta ahora ha logrado crear cepas rojas, doradas y púrpuras del material insertando genes de color en su ADN que las células pueden luego replicar.
La agencia nacional de ciencia también ha logrado cultivar algodón negro, un gran paso adelante ya que los tintes oscuros a menudo se consideran los más dañinos. Aún está por verse si el tejido puede crear semillas, pero el equipo tiene esperanzas y espera ver resultados significativos para fines de 2020.
