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¿Qué es energía?
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La pandemia ha significado que los proveedores de condones a gran escala hayan tenido que reducir su fuerza laboral, o cerrar temporalmente, lo que podría resultar en una escasez de 100 millones.
Todo el mundo conoce la buena charla sobre los pájaros, las abejas y la distribución mundial de condones que podrían verse gravemente afectados por una nueva pandemia.
Karex Berhad, el mayor productor mundial de condones, tuvo que detener temporalmente todas las operaciones como parte de los esfuerzos del gobierno para abordar el Covid-19. Con sede en Malasia, su director ejecutivo está preocupado por el impacto potencial que podría tener una escasez inminente en la sostenibilidad a largo plazo de la empresa.
En declaraciones a la Reuters, afirmó que "debemos asegurarnos de que los artículos esenciales se suministren continuamente, [ya que] los condones son una necesidad". La Organización Mundial de la Salud enumera los condones como un artículo esencial, ya que ayudan a prevenir la propagación de enfermedades de transmisión sexual y son un método eficaz de control de la natalidad.
No parece que la escasez sea algo temporal. El presidente ejecutivo de Karex, Goh Miah Kiat, ha predicho que el retraso en la producción podría sentirse durante meses, aunque sus clientes, que incluye a Durex, han declarado públicamente que aún no han notado ningún cambio en el suministro.
Sin embargo, el suministro no es lo único que se ve afectado. También han surgido preocupaciones sobre el envío y la entrega, ya que los envíos de condones DKT han tenido que posponer sus operaciones a algunos países durante casi tres semanas, incluido Egipto.
La escasez de anticonceptivos es preocupante en cualquier sentido, pero aún más este año dada la tensión a la que ya se encuentran los hospitales y los profesionales médicos. El aumento del VIH, el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual es una preocupación muy real para los gobiernos de todo el mundo.
Afortunadamente, aunque la escasez afectará el suministro y la producción durante los próximos meses, no se espera que dure más allá del verano. Tal vez deberíamos sentir pánico comprando condones en lugar de rollo de papel higiénico; sin duda, tendría más sentido.
