Aunque el auge de la Inteligencia Artificial está alimentando la paranoia entre algunos, esta tecnología en rápida evolución se está utilizando de maneras únicas y útiles, incluso en los numerosos campos de tulipanes de los Países Bajos.
La llegada de la primavera es una época emocionante para nosotros, los humanos privados de sol, pero también para la naturaleza, que florece en multitud de colores, formas y texturas en el transcurso de unas pocas semanas.
En los Países Bajos, la primavera se caracteriza sobre todo por una floreciente temporada de tulipanes que atrae a turistas de todos los rincones del mundo que vienen a admirar su belleza.
En todo el país, los productores de tulipanes realizan el agotador trabajo de plantar miles de bulbos, monitorear la salud de cada planta en crecimiento y matar o eliminar las flores enfermas de los jardines.
En el pasado, este proceso requería que jardineros especializados, también conocidos como "detectores de enfermedades", trabajaran día tras día en el campo. Resulta que las flores de tulipán son extremadamente vulnerables a los virus capaces de frenar su desarrollo y destruir la salud de los propios bulbos.
En una de las ciudades de tulipanes más famosas de los Países Bajos, este trabajo se ha vuelto mucho más fácil gracias a la Inteligencia Artificial (IA).