En un mundo impulsado por la fama, el dinero y la notoriedad en Internet, ¿empujar a su hijo a actuar es inherentemente abusivo? La estrella de Nickelodeon, Jennette McCurdy, ciertamente quiere que lo pienses.
Si creció a fines de la década de 2000, y tuvo la suerte de tener un plato de Sky TV al costado de su casa, probablemente pasó la mayor parte de sus mañanas de lunes a viernes viendo Nickelodeon.
Programas como Drake & Josh, Zoey 101 e iCarly señalaron los años previos a la adolescencia para gran parte de la Generación Z. Y con ellos llegó un conjunto de nombres familiares, desde Ariana Grande hasta Miranda Cosgrove.
Entre estas queridas estrellas infantiles se encontraba Jennette McCurdy, quien interpretó a la atrevida y confiada Sam Puckett en iCarly. McCurdy revisó al personaje en la serie derivada 'Sam and Cat' junto a Ariana Grande en 2013.
Pero a pesar del éxito generalizado de ambos programas y su impacto duradero en los preadolescentes de 2007, McCurdy ahora ha hablado sobre las realidades de ser una estrella infantil. En resumen: fue terrible.
El nuevo libro de McCurdy 'I'm Glad My Mom Died', sirve tanto de memorias como de ataque revelador al mundo de la actuación infantil. A pesar de su factor sorpresa, McCurdy ha confirmado que el título no es una broma. 'Es algo que quiero decir sinceramente', ella dicho Buzzfeed, 'Si ella estuviera viva, todavía estaría atrapado'.
Este enfoque directo y honesto de temas complejos y desgarradores es el pan de cada día de McCurdy. Enmarca todo su libro e, inevitablemente, su vida. Pero se presenta como un mecanismo de afrontamiento después de lo que ahora revela que fueron años de trauma infantil.
Para muchos de nosotros, perder a tu madre por cáncer con solo 21 años sería impensable. Es una sorpresa que el fallecimiento de Debbie haya sido un punto de inflexión positivo en la vida de McCurdy, algo que ella atribuye a la actuación infantil. En esencia, el libro sirve como una advertencia para otros padres que buscan poner a sus hijos en el camino a la fama.
La madre de Jennette la metió en actuando desde los 6 años. Los propios sueños de Debbie de ser actriz a menudo significaban que empujaba a su hija a límites poco éticos. McCurdy cuenta que la obligaron a trabajar muchas horas incluso cuando estaba enferma.
Su madre también retiró a McCurdy de cualquier forma de vida social hasta los 20 años, y en cambio centró su atención únicamente en hacer crecer su carrera. El resultado de este trabajo agotador y aislado fue que McCurdy tenía trastornos alimentarios durante gran parte de su adolescencia y sus 20 años, tanto anorexia como bulimia.