Cada día se producen más de 4,500 muertes en todo el mundo debido a la falta de higiene y más de dos mil millones de personas viven sin acceso a un saneamiento adecuado. Pero se está haciendo mucho para abordar la crisis actual.
Muchos de nosotros lo damos por sentado, pero abrir un grifo limpio y usar un baño adecuado son ideales imposibles para muchas personas en todo el mundo.
El agua es absolutamente esencial para nuestra calidad de vida y abre una gran cantidad de posibilidades que mejoran las condiciones de vida a largo plazo. Sin agua, cultivar, construir infraestructuras, mantenerse saludable y trabajar higiénicamente es extremadamente difícil.
Entonces, puede ser impactante leer que tantas personas en todo el mundo no pueden tener acceso a agua limpia y una higiene decente. Casi 800 millones de personas no tienen acceso a un suministro de agua fiable, lo que equivale a más del 11 % de la población mundial.
Entonces, probablemente se esté preguntando qué se puede hacer para ayudar y dónde obtener más información. A continuación, proporcionamos un resumen con enlaces a organizaciones benéficas y su trabajo para que esté al tanto de la crisis del agua y el saneamiento, así como información sobre cómo puede ayudar.
¿Qué es la crisis del saneamiento?
Si tiene la suerte de ser de un país rico, es posible que no esté al tanto de la gravedad generalizada del problema del saneamiento que afecta a cerca de un tercio del mundo, particularmente en África y Asia. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) considera que el saneamiento del agua es un problema de alta prioridad que debe resolverse a finales de este siglo.
En los países en desarrollo, las enfermedades relacionadas con el saneamiento son una de las principales causas de muerte de niños menores de cinco años. El acceso al agua potable, los baños básicos y los planes de eliminación de aguas negras son escasos en muchos países más pobres, lo que hace que los estándares de higiene sean casi imposibles de cumplir.
Según Water.org, el 75% de la población en Uganda no tiene acceso a un baño, mientras que otros países como Etiopía, Ghana, Kenia y Bangladesh no se quedan atrás. También se espera que el saneamiento y la escasez de agua dulce se conviertan en problemas más intensos a medida que se desarrolle el cambio climático durante la próxima década: el Foro Económico Mundial lo clasificó como uno de los riesgos globales de mayor crecimiento.