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Comprender la transición de Kenia a la energía limpia

Kenia se encuentra entre las principales naciones africanas en energía renovable, actualmente genera más del 75% de fuentes renovables, principalmente energía geotérmica e hidroeléctrica. Según el gobierno, el país busca cambiar a energía 100% limpia para 2030. 

La crisis climática de Kenia ha dejado a la población del norte sin comida, refugio y asentamiento.

La devastadora sequía ha dejado miles de animales muertos, niños desnutridos y miles de personas obligadas a huir de sus hogares en busca de agua y alimentos. De acuerdo con la ONU, la parte seca del norte de Kenia se enfrenta actualmente a su quinta temporada consecutiva de lluvias por debajo del promedio de octubre a diciembre de este año.

La ONU estima que aproximadamente 6.4 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria para 2023.


Crecimiento de energía limpia 

La transición del país hacia la energía limpia ha sido impulsada por una serie de factores, incluida la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la necesidad urgente de proporcionar energía confiable y asequible a la población de rápido crecimiento de Kenia.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia (KNBS), alberga el parque eólico más grande de África y el 92% del suministro de electricidad es renovable.

A lo largo de los años, Kenia ha implementado diferentes proyectos para permitir el crecimiento de la energía limpia y ser un líder renovable.

El proyecto de energía eólica del lago Turkana, que es el parque eólico más grande de África, está compuesto por 365 aerogeneradores capaces de suministrar electricidad a más de 1 millón de hogares.

Además, Kenia adquiere casi la mitad de su electricidad de plantas geotérmicas. La energía geotérmica se considera una energía renovable respetuosa con el medio ambiente que no emite dióxido de carbono ni otros gases de efecto invernadero.

La planta de energía Olkaria de Kenia es actualmente la planta productora de energía geotérmica más grande de África, y su producción de energía contribuye a más del 45% de la generación de electricidad del país. A nivel mundial, Kenia es actualmente el octavo mayor productor de energía geotérmica.

También es el líder mundial en el número de sistemas de energía solar instalados per cápita. En los hogares rurales del país, el consumo de energía solar es alto y millones de comunidades desatendidas utilizan la energía solar como fuente de electricidad.

La rápida urbanización y el crecimiento de la población de Kenia han aumentado la contaminación del aire en todo el país con graves consecuencias para la salud.

Los vehículos que queman combustibles fósiles han aumentado las emisiones en las ciudades y están impulsando el cambio climático. Para frenar la situación, Kenia está haciendo una transición rápida a vehículos y bicicletas eléctricos para mejorar la calidad del aire.

Kenia ha ganado inversores locales e internacionales interesados ​​en aprovechar el sector dominado por la energía renovable para impulsar la adopción de vehículos eléctricos.

La empresa emergente de autobuses eléctricos BasiGo recaudó recientemente Sh804.5 millones ($ 6.6 millones) de inversores internacionales para construir más autobuses eléctricos y puntos de carga en las principales ciudades del país. Se espera que la compañía entregue 15 autobuses eléctricos a partir de enero a la ciudad de Nairobi.


Desafíos en la industria  

Además, Kenia está implementando una serie de iniciativas de energía limpia a menor escala, como el desarrollo de centrales hidroeléctricas a pequeña escala.

Uno de los principales desafíos ha sido el alto costo de las tecnologías de energía limpia, lo que ha dificultado que muchos kenianos accedan y puedan pagar energía limpia. Sin embargo, el gobierno ha estado trabajando para abordar el problema proporcionando incentivos financieros y apoyo para el desarrollo de proyectos de energía limpia.

La necesidad de actualizar la infraestructura eléctrica del país para respaldar el mayor uso de energía limpia es un desafío.

Se requiere una inversión importante en nuevas redes de transmisión y distribución, junto con el desarrollo de soluciones de almacenamiento para el exceso de energía generada por fuentes renovables.

La transición de Kenia a la energía limpia va a un ritmo positivo y la nación está logrando un progreso significativo hacia su objetivo de generar el 100 % de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030.

La transición no solo es buena para el medio ambiente, sino que también brinda nuevas oportunidades económicas y mejora la calidad de vida de la población.

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