Ocasionalmente, se llevan a cabo manifestaciones violentas contra las políticas económicas del gobierno, encabezadas por grupos indígenas que ahora buscan derrocar al presidente Guillermo Lasso.
En medio de la creciente inflación y el desempleo, los grupos indígenas de Ecuador han desafiado el estado de emergencia nacional impuesto en tres provincias mientras continúan protestando por las políticas económicas del gobierno.
Las manifestaciones masivas que exigen combustible y alimentos más baratos son una respuesta al aumento de la pobreza en todo el país, que se ha visto exacerbada por la pandemia de coronavirus.
"Esta es una demostración de fuerza hasta que el gobierno escuche", dijo a la AFP el manifestante Manuel Cocha.
'Tenemos que recurrir a la resistencia en vista de que el gobierno nacional está poniendo cada vez más políticas de muerte, que no nos permiten sostener nuestras pequeñas economías'.
Como muchos de sus vecinos latinoamericanos, Ecuador es extremadamente vulnerable a los cambios en los precios mundiales de las materias primas.
Se vieron obligados a abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo en 2020 debido a problemas fiscales y, desde entonces, los precios del combustible han aumentado considerablemente, casi duplicándose el diésel de $1 por galón y aumentando de $1.75 a $2.55 para la gasolina.
Esta objeción al hecho de que los ciudadanos más pobres no pueden pagar el cambio, junto con la ira y la frustración acumuladas hacia la marginación sostenida de los grupos indígenas de Ecuador, es la razón por la cual la comunidad, que representa a más de un millón de los 17.7 millones de habitantes del país, está sigue presionando con las manifestaciones.
Contra los esfuerzos, es decir, del presidente Guillermo Lasso, quien el domingo anunció que aplicaría una serie de medidas restrictivas en un intento por poner fin al conflicto.
A saber, la movilización de las fuerzas armadas de Ecuador para mantener el orden, la suspensión de los derechos civiles y el toque de queda de 10:5 a 30:XNUMX horas, todo lo cual tendrá una duración de XNUMX días en las zonas de mayor violencia como Imbabura, Cotopaxi, Pichincha y Quito.