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¿Cómo es el cambio climático una amenaza para la agricultura africana?

La agricultura proporciona empleo a aproximadamente dos tercios de la población activa de África, aunque el cambio climático podría amenazar con alterar radicalmente el modo de vida de muchas personas.

Solo en África oriental, el 70% de la población y la mayoría de las personas que viven en la pobreza extrema se ganan la vida con la agricultura.

El cambio climático podría desestabilizar los mercados locales, frenar el crecimiento económico y aumentar el riesgo para los inversores agrícolas, ya que la agricultura es fundamental para el crecimiento y el desarrollo de África.

Los patrones climáticos se están volviendo menos favorables en todo el continente, lo que aumenta la volatilidad de los rendimientos agrícolas y ganaderos. Se prevé que las temperaturas sigan aumentando y se espera que los patrones de lluvia cambien más de lo que ya lo han hecho.

Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), las temperaturas africanas en las últimas décadas se han calentado a un ritmo comparable al de la mayoría de los demás continentes, creando condiciones demasiado cálidas para la agricultura sostenible.


¿Cómo se verá afectada la seguridad alimentaria?

Los países del África subsahariana, en particular, son propensos a la sequía, lo que impide que crezcan los cultivos e impide que las poblaciones se alimenten adecuadamente.

Según la FAO, el número de personas desnutridas en África ha aumentado en un 45.6% desde 2012. Los principales factores que han reducido la productividad de los cultivos incluyen el calor excesivo, el estrés por sequía y el aumento de los daños por plagas.

Entonces, ¿cómo tendrán que cambiar los agricultores sus estrategias de crecimiento para adaptarse a un clima cambiante? El mijo y el sorgo son los cultivos más prometedores en los que centrarse en avanzar, ya que son más resistentes al calor que otras opciones. Sin embargo, tenga en cuenta que los agricultores aún esperan una pérdida de rendimiento del 7% para 2050 en ambos.

Se espera que cultivos como el arroz y el trigo sean los más afectados, con una pérdida de rendimiento para 2050 del 12% y 21% respectivamente, según la CMNUCC.

Mientras tanto, los principales cultivos alimentarios de Mozambique son el maíz y el sorgo. Cubren un tercio de la tierra cultivada del país.

Sin embargo, según la FAO, existe una gran pérdida estacional. Se estima que una caída del 25% o más en el rendimiento del maíz reduciría el PIB de Mozambique en un 2.5%. Tal caída afectaría severamente a la economía del país.


¿Qué está impulsando el cambio climático en África?

En África, la deforestación y el aumento de la ganadería son los principales impulsores del cambio climático.

Las selvas tropicales costeras de África central y occidental corren el riesgo de ser las más destruidas. La deforestación de la cuenca del Congo, por ejemplo, se ha duplicado desde 1990. Se dice que Ghana está perdiendo su selva tropical más rápido que cualquier otro país del mundo según Global Forest Watch (GFW).

La ganadería es una dependencia económica importante para la mayoría de las comunidades de África, pero es enormemente perjudicial para el medio ambiente.

La cría de animales produce emisiones de metano y óxido nitroso. El metano es 28 veces más dañino para el clima que las emisiones de dióxido de carbono, mientras que el óxido nitroso del almacenamiento de estiércol y fertilizantes es 265 veces peor. Esos son algunos números que lloran los ojos.


¿Cómo están impulsando las reformas los jóvenes activistas climáticos africanos?

¡No todo son malas noticias, claro! Toneladas de jóvenes activistas de la Generación Z están presionando por un cambio.

La activista climática sudafricana de 12 años Yola Mgogwana está desafiando a varias comunidades a cuidar mejor el medio ambiente, dejar de tirar basura y renunciar a su dependencia de los plásticos de un solo uso.

En 2019, estuvo entre los cientos de jóvenes que se unieron a una protesta de acción climática global llamada #FridaysforFuture, que se inspiró en la activista sueca Greta Thunberg.

Del mismo modo, Nkosi Nyathi, de 18 años, de Zimbabwe, ha realizado un tremendo esfuerzo para educar e informar a los jóvenes sobre la importancia del medio ambiente.

Su interés llegó cuando tenía 11 años después de notar el aumento de los daños a las tierras agrícolas. Insta a los líderes mundiales a trabajar juntos para reducir los gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global y a que los líderes incluyan a las comunidades que ya viven con los efectos del cambio climático en las decisiones de formulación de políticas.

Una reconocida ambientalista de África Oriental de Uganda, Vanessa Nakate, lanzó una protesta de una mujer contra el cambio climático.

El joven ambientalista enfatiza que África debe ser eficaz a la hora de adaptar los mensajes climáticos a la población local para reducir los riesgos climáticos y generar apoyo para la acción climática.

Esto incluye involucrar a las comunidades en las redes sociales o traducir la ciencia del clima en información utilizable sobre los riesgos para la producción y la seguridad de los alimentos.

La transición de África a una nueva economía climática está en marcha en muchos lugares.

Ya 33 países de África han firmado el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Marruecos ha construido la instalación de energía solar concentrada más grande del mundo para ayudar a lograr el objetivo del país de producir un 52% de energía renovable para 2030.

Este es el tipo de enfoque que los países africanos necesitan para mejorar sus capacidades de adaptación y reducir su vulnerabilidad al cambio climático.

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