La próxima cumbre climática de la ONU será la primera en considerar los problemas de salud en profundidad, con una reunión de ministros de salud mundial para subrayar el impacto de la crisis en el bienestar.
Cada año, los líderes mundiales unen fuerzas en la cumbre climática de la ONU para discutir los temas más preocupantes relacionados con nuestra emergencia ecológica.
En noviembre pasado, la atención se centró en gran medida en las pérdidas y los daños, con las naciones del mundo bajo una inmensa presión para apoyar financieramente a los más desproporcionadamente afectados.
Y aunque animar a los gobiernos ricos a pagar indemnizaciones no es menos esencial esta vez, la COP28 será la primera en considerar los derechos humanos salud temas en profundidad, a saber, los riesgos que plantea el cambio climático para nuestro bienestar.
Viene después nueva investigación descubriendo que el 58% de las enfermedades infecciosas (218 de las 375 que conocemos) han sido exacerbadas por los diversos peligros asociados con el deterioro ambiental (incendios forestales, precipitaciones extremas y aumento del nivel del mar, por nombrar algunos), lo que representa una amenaza significativa para la vida en Tierra.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también estima que 250,000 2030 personas adicionales morirán cada año entre 2050 y 50 debido a la proliferación de enfermedades, desnutrición y estrés por calor, y que esto podría deshacer los últimos XNUMX años de progreso en desarrollo, salud global y reducción de la pobreza.
Por ello, en la COP28 se ha dedicado un día entero a resaltar estos enlaces y para impulsar acciones tangibles que mitiguen las amenazas en cuestión.
"Seremos los primeros policías en dedicar un día a la salud y los primeros en organizar una reunión ministerial sobre salud y clima", dijo el presidente de la COP28. Sultán Al Jaber el día de hoy.