Tomando las riendas de Jair Bolsonaro en enero, Lula da Silva ha cumplido hasta ahora su compromiso de abordar el problema de la deforestación astronómica de Brasil. En abril, la tasa de dicha actividad fue un 68% inferior a la del año anterior.
En el período previo a las elecciones de Brasil en octubre pasado, varios expertos en ecología sugirieron que el futuro de la selva amazónica dependía únicamente de quién se convertiría en presidente.
El polémico período de tres años de Jair Bolsonaro había llevado las tasas de deforestación a máximos de 15 años cuando Lula da Silva regresó al banquillo por tercera vez.
Entrando en el legado de su predecesor de arma profesional políticas, anti-LGBTQ + facturas, flojo COVID-19 medidasy antiambiental leyes, el hombre de 77 años prometió instantáneamente dos cosas: un regreso a la democracia y un camino hacia la 'deforestación cero'.
A pesar de la reactivación instantánea de da Silva del Fondo Amazonía, destinado a recaudar donaciones e inversiones para la preservación de la selva, y la instauración de un nuevo consejo de la sociedad civil en materia ecológica, los datos de deforestación en sus primeros meses dieron una lectura sombría y reflejaron la dificultad de la tarea en cuestión.
Los satélites del gobierno demostraron que la nefasta práctica estaba en marcha 68% en el año anterior en enero, que, de manera alarmante, representó el total mensual más alto desde que comenzaron los registros.
Los activos naturales de Brasil han ido disminuyendo debido a la deforestación acelerada, especialmente en el #Amazonía estados Sin embargo, un futuro diferente es posible. Nuestro nuevo informe tiene más información: https://t.co/KqdVNE3Ejc pic.twitter.com/wyhs9mLRbv
— Clima del Banco Mundial (@WBG_Climate) 18 de mayo de 2023
Da Silva asegurado que había esperado un aumento en la actividad delictiva durante la temporada de lluvias como una especie de represalia contra la represión nacional, pero que finalmente prevalecería el lado de la justicia.
Después de haber hecho una gran mella en la deforestación durante su primer mandato, es posible que los esfuerzos más recientes de da Silva ya estén dando frutos a medida que nos acercamos al verano de 2023.