Los líderes mundiales se reunieron en Cornwall para discutir una variedad de problemas globales, incluido el cambio climático y la pandemia. Aquí están todos los principales puntos de conversación de la cumbre del G7 de este año.
El fin de semana pasado vio a muchos líderes mundiales, incluidos Joe Biden y Boris Johnson, reunirse en Carbis Bay en el Reino Unido para el 47th Cumbre del G7.
Este evento anual es utilizado por las democracias liberales más ricas del mundo para discutir todo un asunto de problemas humanitarios y ambientales. Comenzó en 1970 e incluye a EE. UU., Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá, Japón e Italia.
Como era de esperar, las conversaciones de este año estuvieron dominadas por la pandemia, las vacunas y la distribución mundial de la atención médica. Sin embargo, el medio ambiente siguió siendo un tema de conversación importante, especialmente manifestaciones y protestas fueron vistos alrededor de Cornualles durante la cumbre.
En caso de que se lo haya perdido, aquí están las principales conclusiones de la cumbre del G7 de este año y lo que podría suceder para el mundo en el futuro. Esperemos que Boris no Vuela en un jet la próxima vez, mente.
La respuesta COVID-19 y distribuciones de vacunas
Un tema clave de conversación este año fue cómo evitar situaciones similares de pandemias perturbadoras en el futuro. Boris Johnson enfatizó la necesidad de una respuesta de protocolo global que sea más efectiva y rápida que el manejo de COVID-19 el año pasado.
Además, los países del G7 se comprometieron a distribuir mil millones de vacunas a las naciones más pobres como parte de un esfuerzo para combatir nacionalismo de la vacuna.
Curiosamente, el Reino Unido ha sido uno de los peor acumuladores de vacunas, lo que deja a quienes corren mayor riesgo en países como India sin atención médica adecuada para hacer frente. Johnson dijo que el objetivo era 'vacunar al mundo' para fines de 2022, sin embargo, a pesar del historial de su gobierno.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alentó a otros a otorgar préstamos a países en desarrollo para ayudar al proceso de recuperación en todo el mundo y limitar la iniciativa de China 'Belt and Road', un plan económico a largo plazo para impulsar su influencia en más de 70 países.