La aplicación de citas se ha convertido en el último campo de batalla de los esfuerzos de los manifestantes a favor de la democracia en Tailandia.
Los manifestantes en Tailandia, que han salido a las calles en los últimos meses por cientos de miles para oponerse a su gobierno militar y a la familia real, han agregado recientemente a Tinder a la lista de armas que están usando para propagar un mensaje a favor de la democracia. . Si bien los regímenes propensos a la censura han sido conscientes durante mucho tiempo de la utilidad de Twitter y Facebook para la expresión política, dos plataformas contra las que el gobierno tailandés ya ha legislado, las personas que se oponen al gobierno en Tinder son un nuevo medio de rebelión que la administración probablemente no vio. viniendo.
Actualmente, la población tailandesa está fuertemente dividida entre los realistas, que apoyan al establecimiento real tailandés y al austero gobierno militar, y aquellos que desean ver democratizada la nación. El actual primer ministro tailandés, Prayut Chan-o-cha, quien llegó al poder en un golpe de Estado en 2014, ha gobernado el país sin control durante los últimos seis años, durante los cuales los derechos políticos y civiles han sido severamente restringidos.
En 2016, el Primer Ministro enmendó la constitución mediante una referéndum disputado para garantizar el gobierno militar durante los próximos 20 años. Cuando la principal oposición del gobierno, el Future Forward Party, fue disuelto a principios de 2020, los ciudadanos tailandeses comenzaron a protestar en masa, exigente la disolución del parlamento, el fin de la intimidación de los ciudadanos y la reforma constitucional.
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Una parte clave del crecimiento sin precedentes del movimiento a pesar del coronavirus ha sido la popularidad de las redes sociales en Tailandia, donde alrededor del 75% de las personas están activas. usuarios de redes sociales (un número que se eleva al 90% para la Generación Z). Twitter y Facebook han sido fuentes importantes de coordinación y comunicación entre los manifestantes, un precedente que vimos el año pasado en Hong Kong y que se ve cada vez más en conflictos violentamente disputados como Siria e Iraq.
Sin embargo, estas plataformas y otras formas de comunicación digital están estrictamente controladas por la policía, el ejército, las agencias de seguridad y los grupos monárquicos privados de Tailandia. De acuerdo a la Constitución, la publicación de contenido en línea que 'causa malestar público' o 'amenaza la seguridad nacional' ha llevado a publicar hostigamientos, arrestos e incluso desapariciones misteriosas.