El izquierdista progresista Gabriel Boric busca reformar el sistema económico privatizado del país en un intento por amplificar el bienestar social.
Señalando el brusco giro de Chile hacia la izquierda, un ex activista estudiantil de 35 años acaba de ser elegido presidente.
Con el 56 por ciento de los votos, 12 puntos por delante de su rival conservador, José Antonio Kast, se convertirá en uno de los jefes de estado más jóvenes cuando asuma el cargo en el nuevo año.
'Somos una generación que emergió en la vida pública exigiendo que nuestros derechos sean respetados como derechos y no tratados como bienes de consumo o un negocio', dijo Boric en respuesta a la noticia de su contundente victoria contra Kast, quien identifica a migrantes, terroristas y narco- los traficantes como fuente de muchos de los problemas de Chile.
"Ya no permitiremos que los pobres sigan pagando el precio de la desigualdad de Chile".
Una vez al timón de Chile mayor movimiento de protesta Al exigir un acceso justo a la educación, Boric se ha comprometido a supervisar una forma de gobierno inclusivo liderada por jóvenes que abordará la pobreza provocada por la modelo económico neoliberal extremo impuesto por Pinochet durante su dictadura.
Para poner esto en perspectiva, lo que solía ser la economía más estable de América Latina ahora tiene una de las brechas de ingresos más grandes del mundo, con un 1% de la población que posee el 25% de la riqueza del país.
Como resultado, muchos chilenos de clase trabajadora tuvieron que aprovechar sus pensiones en medio de la crisis económica inducida por la pandemia.
La progresiva campaña de Boric promete desmantelar este impopular sistema privado de pensiones mientras mejora la atención de la salud pública, así como bloquear una controvertida propuesta de proyecto minero que destruiría comunidades y el medio ambiente nacional.