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Una startup alemana fabrica tampones biodegradables a partir de algas marinas

Los productos menstruales de plástico son la quinta fuente más común de residuos que llegan a las playas de toda Europa. Vyld busca abordar esto mediante la utilización de uno de los mayores recursos sin explotar del planeta.

Aunque los tampones y las toallas sanitarias desechables son extremadamente comunes, el 80 por ciento de las mujeres no se da cuenta de que la mayoría de sus productos menstruales no están hechos con materiales compostables.

De hecho, dado que los fabricantes generalmente no están obligados a revelar una lista de ingredientes cuando venden estos artículos, se han descubierto pesticidas, pegamento e incluso lejía en una gran cantidad de ellos.

También causan un desperdicio significativo (los aplicadores de tampones no son biodegradables y el contenido de plástico de un paquete de toallas sanitarias equivale a cuatro bolsas de plástico) y tampoco se pueden reciclar ni reutilizar, siendo los productos menstruales la quinta fuente más común de desechos que llegan a las playas. a través de Europa.

A medida que nuevos datos siguen apareciendo y llegando a las noticias principales, no sorprende que la reacción contra el impacto ambiental de la industria del cuidado femenino haya ido en aumento y que los consumidores con conciencia ecológica exijan alternativas que sean mejores tanto para sus cuerpos como para la Tierra.

Muy consciente de esto, el aficionado alemán a las startups y a la economía circular, Vyld, ha desarrollado un tampón biodegradable hecho de algas marinas, una de las más importantes del planeta. mayores recursos sin explotar.

Llamado 'Kelpon', el producto sostenible está elaborado a partir de un biopolímero extraído de algas marinas, que crece 10 veces más rápido que las plantas terrestres sin fertilizantes, pesticidas ni agua dulce.

No sólo esto, sino que las algas marinas extraen dióxido de carbono de la atmósfera para producir oxígeno y son regenerativas porque su cultivo controlado no daña los océanos, sino que en realidad puede ayudarlos.

"Nuestra visión a largo plazo es el Algaeverse, un universo de productos sostenibles basados ​​en algas marinas, y la idea de sostenibilidad es absolutamente fundamental para ello", afirma el CEO. Inés Schiller.

Ella explica que 100 mujeres probaron Kelpon y dijeron que no necesitaba un aplicador de plástico ya que las algas son viscosas por naturaleza y permanecen sedosas cuando se convierten en fibras. La cubierta del tampón todavía está hecha de plástico, pero el equipo dice que está trabajando en alternativas biodegradables a base de algas.

"El algodón tiende a ser un poco más difícil de insertar y también se seca un poco más, algo que no tenemos", añade Schiller. 'Y esto se lo debemos a la materia prima de las algas, que tienen estas propiedades positivas para las mujeres que menstrúan de forma natural. Si podemos producir productos sanitarios biodegradables, como por ejemplo tampones, a partir de algas marinas, esto evidentemente supone una gran ventaja.'

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