África se está convirtiendo cada vez más en un vertedero de desechos electrónicos de las naciones desarrolladas. A pesar de tener la producción anual de desechos electrónicos per cápita más baja, las agencias de la ONU proyectan una tasa de crecimiento del 3 al 5 por ciento anual, una tendencia que probablemente continuará con una mayor integración tecnológica.
El continente africano se ha convertido en un destino importante para los desechos electrónicos, que a menudo provienen de países desarrollados.
Según la Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones Según el informe de 2024, el continente recibe alrededor de 3 millones de toneladas de desechos electrónicos al año, lo que lo convierte en un vertedero de dispositivos obsoletos, incluidos teléfonos inteligentes, computadoras y televisores, entre muchos otros.
Este problema se ve alimentado por factores como regulaciones laxas, infraestructuras de reciclaje inadecuadas y una creciente demanda masiva de productos electrónicos de segunda mano.
El manejo y la eliminación inadecuados de los desechos electrónicos siguen planteando graves riesgos para la salud pública en toda África. Los dispositivos electrónicos contienen materiales peligrosos como plomo y mercurio que se filtran al suelo y a las fuentes de agua cuando se arrojan a vertederos o se queman.
En consecuencia, las comunidades que viven cerca de sitios de desechos electrónicos como Dandora en Kenia continúan expuestas a sustancias tóxicas a través de la contaminación del aire, el agua y los alimentos, lo que provoca diversas dolencias de salud, incluidos problemas respiratorios, trastornos neurológicos y cáncer.