Las delgadas nubes blancas que permanecen detrás de los aviones se llaman estelas y son un contribuyente significativo a las emisiones de los vuelos. Así es como Google AI finalmente está ayudando a abordar el problema.
Las pequeñas nubes blancas que dejan los aviones se llaman estelas, abreviatura de rastros de condensación, y son responsables de un tercio de todo el calentamiento global relacionado con la industria de la aviación.
Al formarse cuando los aviones vuelan a gran altura a través del aire húmedo, el vapor de agua y el hollín del escape se combinan para crear cristales de hielo que pueden permanecer hasta 10 horas. Mientras tanto, los senderos que se extienden a lo largo del cielo atrapan el calor dentro de la atmósfera.
Por estas razones, dado que los aviones comerciales se ven obligados a tener en cuenta sus huellas de carbono y trazar un cero neto, evitar restricciones se está convirtiendo en una consideración cada vez más importante.
"Hemos demostrado que evitar las estelas puede ser una de las soluciones climáticas más rentables, no solo para la industria de la aviación sino también para la economía en general", dice Juliet Rothenberg de Google AI, que acaba de lanzar un innovador herramienta para ayudar.
El gigante tecnológico pasó semanas recopilando miles de imágenes satelitales de restricciones que compilaron con datos de código abierto de Energía revolucionaria.
Luego, toda la información se introdujo en el modelo de aprendizaje automático de IA de Google para desarrollar modelos de predicción de dónde podrían ocurrir restricciones a lo largo de rutas de vuelo específicas.