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Opinión: las dApps eventualmente podrían derrocar a las grandes tecnológicas

Al democratizar nuestros datos, las dApps podrían ser la gracia salvadora de Internet.

Las aplicaciones descentralizadas (dApps) son aplicaciones que se ejecutan en cadena de bloques o tecnología de igual a igual, lo que significa que los usuarios interactúan directamente entre sí, no una autoridad central.

Este no es el caso con la mayoría de las aplicaciones. Las fotos publicadas en Instagram, por ejemplo, se envían a los servidores de Meta y se redistribuyen a los seguidores. A lo largo de este proceso, Meta tiene el poder de censurar el contenido o decidir dónde aparece en los feeds.

Por el contrario, las dApps no tienen un servidor centralizado, sino que almacenan datos de red en las computadoras de las personas. No existe una autoridad empresarial singular. Los votos de los usuarios deciden cómo se ejecutan las aplicaciones, cuáles son sus reglas y cómo se monetizan los datos.

Con el aumento de los precios de alquiler de Airbnb, los recortes de Uber para los taxistas y el flagrante desprecio de Meta por la seguridad de los datos, no es difícil de ver. las formas en que la gran tecnología nos ha fallado.

Estas poderosas empresas pueden ocultar fácilmente prácticas manipuladoras o engañosas, a pesar de que la mayoría de sus ganancias provienen de los datos de los usuarios y el compromiso continuo.

El funcionamiento de las dApps es completamente transparente, ya que cualquiera puede ver la cadena de bloques en cualquier momento y las ganancias se distribuyen de manera más uniforme. Los usuarios son recompensados ​​individualmente en función de sus aportes, y todos acuerdan los sistemas de recompensa juntos.

¿Quién votaría para invadir su propia privacidad o socavar sus propios salarios? En lugar de depender de los grandes líderes tecnológicos no para ser malvados, las dApps piden a las personas que actúen de acuerdo con sus propios intereses, una apuesta mucho más segura si me preguntas.

Las grandes empresas de tecnología también se encuentran constantemente en una dura competencia, lo que significa que el diseño frena la innovación. Nuestros sistemas operativos más utilizados, iOS y Windows, están diseñados para ser en gran medida incompatibles entre sí, lo que obliga a que la mayoría de las aplicaciones de terceros se diseñen varias veces para diferentes interfaces.

Aunque hay competencia entre diferentes cadenas de bloques, tiende a ser mucho menos prohibitivo que la competencia entre sistemas operativos.

Para ponerlo en perspectiva, la cadena de bloques más popular para dApps es Ethereum, que tiene una sistema incorporado (el EVM) que facilita a los desarrolladores mover sus dApps a otras cadenas de bloques.

¡Esto es como si Apple lanzara un complemento que facilitara la ejecución de sus aplicaciones en una computadora de Microsoft! El ecosistema dApp actualmente está mucho más abierto a la colaboración, aunque es posible que esto cambie con más tiempo e inversión.

Otra cosa a considerar es que las grandes empresas de tecnología cobran tarifas exorbitantes para alojar una aplicación. El estándar de la industria es del 30% en todas las aplicaciones y compras dentro de la aplicación.

Esto hace que el éxito financiero sea extremadamente difícil y desanima a los desarrolladores a la hora de innovar. A modo de comparación, las dApps se ejecutan sobre una moneda de cadena de bloques, lo que significa que muchas transacciones más pequeñas incentivan a las personas a ejecutar la aplicación, en lugar de grandes ganancias.

Este enfoque significa que los sistemas de recompensa integrados son posibles para los desarrolladores, creadores o usuarios que eligen compartir sus datos. Sin una autoridad central, tampoco hay una figura singular tomando un corte. El dinero simplemente circula a través de quienes poseen y usan la moneda.

Aunque los desarrolladores actualmente probablemente estén mejor vendiendo a través de la tienda de aplicaciones, a medida que las dApps ganen popularidad, podría tomar forma un sistema de recompensas más justo.

Sin embargo, a pesar de todas las posibles ventajas de las dApps, hay algunas señales de alerta que no debemos ignorar.

Para empezar, las dApps más populares en este momento están diseñadas para juegos y apuestas, no para acabar con la gran tecnología. Parece que es más probable que la tecnología de cadena de bloques se vea como un esquema para hacerse rico rápidamente que como una posible herramienta para el cambio social, y eso se refleja lamentablemente en el lugar donde los desarrolladores y usuarios están invirtiendo su tiempo.

Aunque existen dApps prometedoras para todo, desde las redes sociales democráticas hasta la redistribución de energía solar, serán de poca utilidad a menos que ganen fuerza.

A continuación, la tecnología de cadena de bloques en general es actualmente extremadamente dañina para el medio ambiente, ya que las prácticas de 'minería' derrochadoras utilizan enormes cantidades de energía y crean desechos electrónicos.

La otra cara de la moneda es que la tecnología de cadena de bloques podría ayudar al medio ambiente en lugar de dañarlo.

La 'minería' se puede hacer de una manera mucho más eficiente desde el punto de vista energético, como vimos recientemente cuando Ethereum redujo su consumo de energía en un 99.9 %. Y tecnología de cadena de bloques es muy adecuado para abordar una variedad de problemas ambientales, desde la redistribución de energía en la red hasta la investigación de financiación colectiva.

Todo esto es para decir que, a pesar de sus problemas actuales, las dApps podrían ser una herramienta igualadora e impactante del futuro. Todo depende de lo que realmente valoremos.

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