La última microtendencia de Internet ve a los jóvenes celebrando una vida de hábitos de gasto minimalistas. ¿Pero es esto una señal de progreso o una prueba de la preeminencia del consumo excesivo?
¿Ser frugal debería ser una tendencia? Bueno, según las redes sociales, más o menos lo es.
El rápido ciclo de tendencias que ha llegado a definir la última década ha visto de todo, desde el 'blokette-core' hasta el 'brat-core' dominando nuestro espíritu cultural de la época. Pero la última obsesión entre los jóvenes en Internet tiene menos que ver con la estética y más con... la falta de ella.
El "núcleo del subconsumo" es, como muchas tendencias que le precedieron, una reacción a otros microcosmos de las redes sociales. Pero también es una especie de rebelión contra otros movimientos populares como el 'clutter core' y el auge de la moda rápida en general.
Si lo piensas bien, las redes sociales han sido durante mucho tiempo un lugar para difundir las "cosas" de uno. Los vídeos de "Lo que hay en mi bolso", los clips de "Prepárate conmigo", los recorridos por casas, los tutoriales de maquillaje y los vlogs de comida son una oportunidad para hacer alarde de nuestros medios, documentando en cada paso la multitud de formas en que consumimos (y consumimos en exceso) en cualquier día dado.
El "núcleo del subconsumo", entonces, parece bastante guerrillero en su rechazo de los tropos que hemos llegado a asociar con estar en línea. En su estado más básico, la tendencia hace que la gente rechace el consumo excesivo documentando sus hábitos de gasto minimalistas.
Desde usar el mismo par de zapatillas todos los días durante 2 años hasta usar un puñado de productos de maquillaje en lugar de un gabinete completo, 'subconsumo core' transmite el mensaje de que sólo necesitas lo que ya tienes.
En este sentido, algunos han sugiere que la tendencia no es tanto una moda en línea sino una forma de vida. No se trata sólo de presupuesto y frugalidad, dice Lily Brown, sino de una "poderosa declaración" contra el implacable consumismo impulsado por la cultura capitalista.
También se trata de sostenibilidad y de realizar pequeños cambios cotidianos que garanticen que nuestra vida diaria sea más práctica e impactante.
A medida que la tendencia se pone de moda, los usuarios de las redes sociales, predominantemente en TikTok, comparten sus cambios de vestuario minimalistas, proyectos de reciclaje de bricolaje y compras de segunda mano.
Otros son simplemente destacando las formas en que el 'subconsumo' siempre ha moldeado su vida cotidiana, desde una pequeña lista de ropa hasta frascos de cuidado de la piel casi vacíos.
Pero no todo son jerseys tejidos a mano y muebles reciclados. La tendencia también está generando reacciones negativas por parte de quienes ven el "subconsumo" no como una declaración audaz y contracultural, sino más bien como una representación mínima de cómo es la vida para la mayoría de las personas.
Debajo de videos de minimalistas que visitan rutinariamente sus hogares para ordenar y reciclar, un puñado de comentarios califican el comportamiento como "normal", no vanguardista.
Otros, como los de poliéster. Apuesta Ione, han sugerido que el "núcleo de subconsumo" es sólo una forma de rebautizar la pobreza como una moda.