Como parte de una nueva ola esperanzadora de cambio, el movimiento se está preparando para un día de acción este viernes, organizado en torno al tema de #NoMoreEmptyPromises.
Durante los últimos años, la nueva ola de movimientos por la justicia climática liderados por jóvenes ha introducido un nuevo entusiasmo y herramientas innovadoras en la lucha por salvar nuestro planeta.
Dado que las redes sociales y el activismo en línea son sus modos preferidos para difundir la conciencia e incitar al cambio, el aumento de los Gen Z con conocimientos digitales que se unen a estas comunidades en todo el mundo ha catapultado el llamado a la acción a un mayor sentido de urgencia.
Decididos a presionar a los gobiernos centrales y a los gigantes corporativos para que cooperen, ni siquiera una pandemia ha logrado obstaculizar el vigor de las campañas destinadas a desafiar la ley y estos grupos han permanecido implacables en su misión de que sus voces se escuchen alto y claro.
Encabezando esto es Viernes para el futuro (FFF), un movimiento global de huelga climática fundado en 2018 cuando Greta Thunberg creó por primera vez un revuelo por criticar la falta de voluntad de la sociedad para reconocer la gravedad de la actual crisis climática. De hecho, fue Thunberg quien inició el hashtag #FridaysForFuture en un esfuerzo por alentar a sus compañeros de juventud a unirse a ella en su difícil situación.
Tres años después hemos visto innumerables demostraciones exitosas tener lugar con los estudiantes al timón, incluida una caso innovador de financiación colectiva dirigido por un equipo de activistas de entre ocho y 21 años que pedían que 33 países hicieran recortes de emisiones más ambiciosos.
Armado con estas hazañas en su haber, FFF se está preparando ahora para su séptima huelga climática global el 19 de marzo, en torno al tema de #NoMoreEmptyPromises.
Esto, en medio de las diversas crisis de salud pública, sociopolíticas y económicas que sigue enfrentando el mundo, exigirá una acción inmediata y ambiciosa de los líderes mundiales. FFF quiere resaltar la importancia de hacerlo a la luz de los desastres inducidos por el clima y el clima que devastaron varios países en 2020, desde los incendios forestales que afectaron partes de Australia, América del Norte y América Latina, hasta las sequías en África. a las tormentas que devastaron Centroamérica y el sudeste asiático.