Los agricultores de Hawái están cultivando pongamia, un árbol que podría evitar una mayor tala de selvas tropicales naturales para plantaciones de soja y aceite de palma. Su naturaleza resistente podría ofrecer un gran impulso económico a los agricultores que pierden debido a la degradación de la tierra.
El aceite de palma es conocido como uno de los ingredientes más destructivos para el medio ambiente, aunque común y fácil de pasar por alto en los productos alimenticios de la actualidad.
Este ingrediente escurridizo y omnipresente ha llevado a la deforestación de 27 millones de hectáreas de tierras forestales, que ha sido talado para hacer espacio para el cultivo. El aceite de palma se encuentra escondido en una miríada de alimentos muy queridos, desde la mantequilla de maní hasta el helado e incluso la masa de pizza.
La reputación medioambiental de la soja es igual de mala.
La soya rica en proteínas es un ingrediente clave para las alternativas de carne y lácteos de origen vegetal, pero el cultivo de soya requiere mucha agua y también ha contribuido enormemente al aumento de los niveles de deforestación durante la última década.
Irónicamente, no son los apetitos humanos los que están impulsando la demanda de soja. Al menos 77 por ciento de la soya que se cultiva hoy se usa para alimentar al ganado. Hable sobre un dilema moral para la comunidad basada en plantas.
Buscando reducir la dependencia global de la soja y el aceite de palma, los equipos de investigación con sede en Oahu están recurriendo al árbol pongamia. Este árbol resistente al clima y desprevenido ofrece prácticamente la misma producción agrícola, sin la enorme huella de carbono.