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Ciclón Freddy causa estragos en Malawi, Mozambique y Madagascar

Malawi, Mozambique y Madagascar experimentaron fuertes lluvias desde principios de febrero hasta mediados de marzo causadas por el ciclón Freddy que mató a cerca de 600 personas y dejó a más de 500,000 desplazadas. Según UNICEF, más de la mitad de la población afectada son niños.

A principios de este año, el ciclón Lindiwe azotó Malawi, Mozambique y partes del sur de África, desatando fuertes lluvias y fuertes vientos.

El ciclón dejó un rastro de destrucción, lo que provocó inundaciones generalizadas, deslizamientos de tierra y daños a infraestructuras críticas y viviendas. Este evento expuso la vulnerabilidad de estos países a los fenómenos meteorológicos severos, subrayando la necesidad apremiante de una mayor inversión en preparación para desastres e infraestructura resiliente.

Durante el transcurso de febrero a mediados de marzo, el ciclón Freddy, que se desarrolló por primera vez frente a la costa del norte de Australia, causó daños devastadores y pérdida de vidas al tocar tierra en Madagascar, Mozambique y Madagascar en tres ocasiones distintas.

En Malawi, las fuertes lluvias han provocado el desbordamiento de los ríos, lo que ha provocado inundaciones y deslizamientos de tierra generalizados. De acuerdo a UNICEF, a mediados de marzo se habían notificado cerca de 10,000 casos de cólera. El país se encuentra actualmente en una misión para comenzar una campaña de vacunación masiva contra el cólera con el objetivo de reducir la propagación.

Miles de personas se han visto afectadas, lo que ha provocado el desplazamiento de muchas de sus casas y la pérdida de cultivos. El ciclón ha tenido un profundo impacto en la economía de Malawi, que depende en gran medida de la agricultura.

Además, la destrucción del transporte ha creado obstáculos significativos para los esfuerzos de socorro que intentan llegar a los más necesitados.

Según la UNICEF, el ciclón Freddy ha acumulado más problemas en Malawi, que ya está lidiando con el brote de cólera más mortífero de su historia, que ha matado a miles de personas. Con el ciclón, la situación sanitaria ha empeorado. El brote ha tenido un impacto significativo en la educación, la salud y la supervivencia de los niños.

La enfermedad del cólera se propaga rápidamente en áreas con alta densidad de población, como las escuelas, donde los niños pueden contraer la infección fácilmente.

Muchas escuelas en las áreas afectadas han permanecido cerradas. Este mes, Malawi cerró aún más diez escuelas debido a las fuertes lluvias provocadas por el ciclón Freddy que devastó la nación.

La falta de acceso a agua limpia y saneamiento también ha afectado la salud de los niños, muchos de los cuales experimentan diarrea severa y deshidratación.

Los niños del sur de África se han visto particularmente afectados por el ciclón, y muchos han perdido el acceso a la educación, la atención médica y otros servicios básicos. El desplazamiento de familias también ha puesto a los niños en riesgo de explotación.

La comunidad internacional ha respondido a la crisis en Malawi, Mozambique, Madagascar y otras naciones del sur de África brindando ayuda humanitaria y apoyo para los esfuerzos de socorro.

La Naciones Unidas (ONU) ha brindado un apoyo esencial al ofrecer asistencia técnica y financiera para establecer un Centro de Operaciones de Emergencia (COE), que ha demostrado ser un elemento crucial para mejorar los esfuerzos de coordinación entre las autoridades humanitarias, las organizaciones de ayuda y los socios para el desarrollo.

Además, numerosas agencias de la ONU han desplegado personal en las regiones afectadas para ayudar a coordinar los esfuerzos de respuesta y evaluación, particularmente en las áreas de gestión de información y logística.

La ONU ha desempeñado un papel fundamental en la prestación de apoyo logístico, incluido el transporte para las misiones de búsqueda y rescate, así como en el transporte de trabajadores humanitarios, equipos y suministros a las comunidades que han quedado aisladas por inundaciones y deslizamientos de tierra.

Para abordar las necesidades de salud urgentes, como la prevención del cólera, se están entregando suministros y equipos médicos y se está mejorando la infraestructura de agua y saneamiento. Además, las agencias de la ONU están distribuyendo alimentos, materiales de refugio, tiendas de campaña, kits de dignidad y otros artículos esenciales para ayudar a las personas desplazadas.

Sin embargo, se necesita hacer más para abordar el impacto a largo plazo del ciclón, incluida la inversión en preparación para desastres e infraestructura para mitigar el impacto de futuros desastres. La comunidad internacional debe unirse para apoyar a estos países e invertir en soluciones a largo plazo.

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